Después de más de un año de pandemia, muchas personas subieron significativamente de peso debido a la inactividad y a la falta de ejercicio diario que fue consecuencia de las restricciones y los aislamientos. Ahora, bajar de peso se ha convertido en una meta muy común entre la gente.
Una de las técnicas que más ha empezado a popularizarse en los últimos años es la del ayuno intermitente, una técnica que consiste en dejar de comer por varias horas seguidas entre la noche del día anterior y la mañana, algo que, e teoría, ayuda a bajar de peso rápida y eficazmente; sin embargo, una investigación de la Universidad de Bath, del Reino Unido, desafía esta suposición, pues indica que esta opción de dieta no contribuye significativamente a bajar de peso.
Aunque ahora las redes sociales son una gran vitrina para mostrar casos de éxito, en los que influenciadores o personas del común hablan sobre sus casos, lo cierto es que para que estas prácticas sean justificadas hacen falta estudios concluyentes que den más luces sobre los efectos, peligros y beneficios de este tipo de prácticas, cada vez más usuales.
Dentro de la investigación, se hicieron tres grupos diferentes y en cada uno se aplico una prueba diferente para ver los efectos de este tipo de medidas.
- El grupo 1 ayunó en días alternos, y los investigadores les pidieron que comieran un 50 % más de lo habitual en los días de comida.
- El grupo 2 redujo las calorías en todas las comidas todos los días en un 25 %. Este grupo representó estrategias de dieta más tradicionales.
- El grupo 3 ayunó en días alternos como el grupo 1, pero comió un 100 % más de comida de lo habitual en los días de comida.
Al final, el primer y el tercer grupo perdieron menos peso que los participantes del grupo 2. “Esto se mantuvo incluso cuando la ingesta de calorías fue prácticamente idéntica en todos los grupos”, de acuerdo con los investigación.
“Mucha gente cree que las dietas basadas en el ayuno son especialmente efectivas para perder peso o que estas dietas tienen beneficios metabólicos particulares para la salud, incluso si no pierde peso”, señaló el líder de la investigación, el profesor James Betts, director del Centro de Bath para la nutrición, el ejercicio y Metabolismo, en un comunicado publicado por la institución.
El académico también indicó que “el ayuno intermitente no es una fórmula mágica y los hallazgos de nuestro experimento sugieren que no hay nada especial en el ayuno en comparación con las dietas estándar más tradicionales que la gente podría seguir”.
El documento también explicó que al principio del experimento, los participantes consumían una dieta de alrededor de 2.000 y 2.500 calorías por día en promedio; mientras que luego de tres semanas del estudio, los grupos 1 y 2 redujeron su ingesta de calorías de 1.500 a 2.000 calorías diarias.
El tercer grupo que participó en el estudio siguió consumiendo la misma cantidad de calorías.
Revisando los resultados, los investigadores encontraron que los del grupo de la dieta tradicional perdió cerca de 2,1 kilos durante las tres semanas; además de que los escáneres corporales mostraron que la mayoría del peso reducido fue de grasa corporal.
Mientras tanto, el grupo 1 perdió casi la misma cantidad de peso corporal, aunque solo la mitad de ese peso era de grasa corporal.
“Lo más significativo es que si está siguiendo una dieta de ayuno, vale la pena pensar si los períodos de ayuno prolongados en realidad dificultan el mantenimiento de la masa muscular y los niveles de actividad física, que se sabe que son factores muy importantes para la salud a largo plazo”, dijo el Prof. Betts concluye.