Después de las múltiples crisis migratorias que se han presentado en los últimos años en las fronteras europeas, los países del bloque no quieren que la situación en Afganistán los tome por sorpresa y ya se trabaja en un programa de 1.100 millones para atender la crisis en Medio Oriente, según le informó una fuente de la Comisión Europea al diario El País, de España.
La crisis en Siria, que provocó la salida de millones de personas a diferentes partes del mundo, principalmente a Europa a través de Turquía, supuso un gran debate en el continente sobre las políticas migratorias, que terminó en un acuerdo cuestionable con el Gobierno de Recep Tayyip Erdoğan.
Sin embargo, por las fronteras de Europa no dejan de entrar cada año miles de migrantes en busca de mejores oportunidades. Por Bielorrusia han entrado refugiados por el Báltico y la Frontera con Polonia; en Grecia cientos de migrantes de Oriente y África han llegado en barcos, arriesgando la vida; mientras que hace un par de meses, migrantes africanos llegaron a Ceuta, en España, lo cual provocó tensiones diplomáticas entre ese país y Marruecos, que miró hacia otro lado en medio de la situación.
Ahora, Europa espera otra crisis de la magnitud de Siria, luego de la llegada de los talibanes al poder, pues miles han intentado huir por todos los medios de Afganistán, ante la amenaza que supone el gobierno de este grupo terrorista, que ya estuvo en el poder a finales de los años 90 y principios de los 2000, cuando se pudo ver el talibán en su máxima expresión.
Desde la Comisión Europea, a falta de un pacto entre los países miembros del grupo, se está planeando usar esos 1.100 millones en ayuda humanitaria, en construcción de refugios fuera de las fronteras de Europa y otra cantidad para los países que decidan acoger migrantes; sin embargo, todo esto se realiza con la intensión de que la crisis no llegue completamente al continente.
De acuerdo con la información del medio español, 300 millones irán destinados a para facilitar el reparto de refugiados, 200 millones para ayuda humanitaria de mujeres y niños y los otros 600 millones para los campos de refugiados.
Desde hace varios días, los ministros de relaciones exteriores de los países de la UE están discutiendo soluciones para evitar que ocurra lo mismo de hace seis años con los migrantes sirios, que llegaron a tocar las puertas de Europa; ahora, el plan también incluye la repartición de estos recursos con varios países que podrían acoger a los afganos que huyen.
Dentro de esa lista la UE incluyó a Pakistán, Uzbekistán, Tajikistán e Irán, además de Turquía, junto a otros países de África del Norte, Líbano o Jordania, según detalla El País. En 2015, la Comisión Europea le giró 6.000 millones de euros a los turcos para que atendieran a los refugiados sirios que se establecieron en este país. Una solución que se espera sea la misma esta vez.
“Afganistán es un recordatorio brutal para que Europa ponga en marcha definitivamente un pacto migratorio de gran alcance. Evros, Ceuta y Bielorrusia fueron llamadas de atención, pero con los miles de afganos desplazados el momento político de ese pacto es ahora, y cuanto antes mejor”, asegura el vicepresidente comunitario Margaritis Schinas, en un encuentro con EL PAÍS, Le Monde y el Financial Times.
Esto, con relación a que Europa, a diferencia del caso sirio, no espera asumir toda la carga en solitario, por el contrario, espera hacerlo de la mano con la Organización de las Naciones Unidas, los países miembros del G7 y del G20, según han reconocido altas fuentes de la organización continental.