Luego del escándalo suscitado en Bolivia en 2019 y que llevó al levantamiento social que obligó la renuncia y salida del poder de Evo Morales, tras denuncias de irregularidades en su proceso de reelección, el expresidente y líder cocalero ha puesto sobre la mesa su intención de volver a aspirar al máximo cargo de su país para las elecciones de 2025.
En 2019, la salida de Morales se dio a mediados del mes de noviembre, después de que el informe adelantado por la OEA, advirtiera la existencia de evidencias de fraude, dando lugar a un levantamiento social, del que participaron algunos militares, quienes incluso le sugirieron al mandatario salir del poder; hecho que finalmente se dio, y el presidente salió del gobierno en compañía de varios de sus colaboradores y aliados políticos más cercanos, incluso obligando a que el poder tuviera que ser asumido por a entonces segunda vicepresidenta de la Cámara de senadores, Jeanine Áñez, debido a que en la renuncia masiva, también se fueron el entonces vicepresidente, y el presidente y vicepresidente del Senado.
Ahora, 4 años después del escándalo, y algunos meses después de que Morales regresara del asilo, tras el triunfo en las urnas de su copartidario Luis Arce, el también líder del MAS, anunció, a pocos días de la convención general de su partido, que volverá a proponer su nombre cómo candidato presidencial.
La noticia de su aspiración presidencial, que se espera sea ratificada en el congreso general de su partido, a realizarse dentro de 15 días en Cochabamba, fue anunciada por Morales este domingo, 24 de septiembre, y ha causado especial atención en tanto el ahora aspirante sentenció que su ‘candidatura’, responde a que sectores al interior de su colectivo; el Movimiento al Socialismo MAS, le obligaron a volver a poner su nombre a consideración del electorado.
El expresidente reconoció que esta candidatura llega en un momento difícil para su partido, advirtiendo que lamentablemente este sufre fragmentación.
En declaraciones retomadas por medios internacionales, Morales sentenció que “me han convencido que voy a ser candidato, me han obligado, claro la gente quiere, pero me están obligando”, reconociendo que su candidatura también está movida por la situación actual del país, y las acciones que ha emprendido la ‘derecha’, y el contexto regional en América Latina.
El anuncio fue entregado por Morales en medio de un espacio radial que lidera, y que es conocido con el nombre de Kawsachun Coca, dirigido a las comunidades cocaleras de su país.
En su anuncio, el líder cocalero advirtió que, pese a que estaba retirado del ejercicio de la política, sigue siendo objeto de acciones en su contra por parte de sectores de oposición, calificando cómo ‘campaña sucia’ lo ocurrido.
En ese sentido, Morales recordó que desde la derecha de su país, incluso se le ha señalado de tener vínculos con grupos narcotraficante, lamentando que se haga política con métodos ‘sucios’.
En su pronunciamiento, el líder indígena advirtió que no está dispuesto a rendirse en la lucha por su país, señalando que la batalla que ha decidido emprender ahora le exige concentrarse en la elaboración y construcción de propuestas, reconociendo que para ello se reunirá con diferentes sectores productivos de su país.
Pese a que Arce, actual presidente de Bolivia es cercano al exmandatario, la relación entre los dos ha venido deteriorándose, y esto se ve reflejado en señalamientos mutuos.
Así, mientras que Arce lamenta que Morales tenga vínculos con negocios ilegales, el exmandatario arremete advirtiendo que el actual presidente, y otrora ministro de Economía de su gobierno, hubiese resultado una mala elección de los bolivianos, al advertir que durante su gobierno, Bolivia “no ha avanzado nada”.
En medio de los diferendos internos en el MAS, Morales advierte que, desde sectores allegados Arce, quieren callarlo por las críticas a la actual administración, denunciando que además que querer censurar su opinión con “procesos políticos”, también es objeto de un plan para ‘eliminarlo’ físicamente.
A través de la red social X, Morales señaló que está listo para seguir combatiendo las acciones que quieren emprender en su contra desde el gobierno, advirtiendo que sus armas para ello son “la verdad, dignidad y honestidad”.
En la disputa interna entre los simpatizantes de Arce y Morales, también se debate hasta el mejor lugar para la convención del partido, pues parte de la colectividad no está de acuerdo con que se realice en Cochabamba, bastión de Morales.
Según medios locales, los sectores afectos a Arce abogan por el retiro de la dirigencia del MAS; incluido Morales, mientras que los simpatizantes de Evo insisten en la expulsión de Arce y su vicepresidente del partido, al advertir que son “traidores”.
Morales cerró su reciente intervención con un vehemente llamado a sus seguidores afirmando que “¡Unidos vamos a salvar nuevamente a nuestra querida Bolivia!”.
La pugna también está marcada por quienes en defensa de Arce quieren que el presidente se presente a la reelección.