Se conocen nuevos detalles sobre el gigantesco cargamento de más de una tonelada de cocaína que fue interceptado por la Fuerza Naval del El Salvador y cuyo costo llegaba a los 32 millones de dólares. Los datos resultan reveladores frente a la magnitud del cargamento y la posibilidad de que los narcos estén usando de forma habitual esta ruta para inundar Estados Unidos con esta droga ilícita.
La información recopilada por autoridades del Gobierno de Nayib Bukele deja claro que la capacidad logística de estos narcotraficantes les permite, no solo llevar grandes cantidades de cocaína en mar abierto, sino que logran sostenerse por varios días hasta llegar a su destino, sin importar la distancia o condiciones climáticas.
La lancha LPV (Low Profile Vessel), que para dar una explicación opera como una especie de go-fast y semisumergible, salió desde la ciudad portuaria de Buenaventura, en el Valle del Cauca, y su ruta era bordeando Centroamérica hasta llegar a la frontera entre Guatemala y México. Quiere decir que el recorrido supera los 2.500 kilómetros.
Al momento de ser interceptados por las autoridades salvadoreñas, también les fueron encontrados 2.500 galones de gasolina, combustible suficiente para la larga travesía, además contaban con dos teléfonos satelitales que les permitían la comunicación a los tres tripulantes con quienes enviaron la droga y con los carteles mexicanos que debían recibirla. Contaban también con GPS para monitorear la ruta.
La operación estaba contemplada para tres días, desde el sábado 25 de marzo hasta el lunes 27 de marzo. Al momento de ser detenidos, los tres colombianos y la embarcación repleta de cocaína habían logrado navegar cerca de 380 millas náuticas (más de 700 kilómetros).
Lo que encontraron los hombres de la Fuerza Naval de El Salvador, según conoció SEMANA, fue un gran cargamento, cuyo valor en los Estados Unidos supera los 32 millones de dólares, pues se trata de 1.280 kilos.
El reporte de la Fuerza Naval señala que la droga estaba empacada por bultos, de los cuales había un total de 64; en cada una de estas bolsas iban 20 paquetes o panelas con la cocaína procesada, las cuales pesan un kilo y tiene un valor 25.000 dólares.
La cifra es alarmante por sí misma; al cambio en pesos colombianos, el cargamento incautado ya puesto en Estados Unidos llega a costar 152 mil millones.
Anteriormente, las autoridades de El Salvador habían interceptado embarcaciones de tipo LPV, pero llama la atención que esta se convierte en la incautación más lejana de la costa del país centroamericano, pues fue encontrada a 963 kilómetros de tierra firme.
Según el reporte de la Fuerza Naval, el operativo se hizo a 520 millas náuticas de la Bocana el Cordoncillo, en Estero Jaltepeque, Costa del Sol, con tres tripulantes de nacionalidad colombiana.
Los nombres de los traficantes, o los transportadores del gigantesco cargamento de cocaína, también fueron conocidos por SEMANA. Se trata de Pedro Javier Rodas Bueno, de 27 años; Yerlin Cáceres Palacios, de 33, y Segundo Silvio Grueso Araújo, de 50.
La incautación
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, informó a los ciudadanos de su país y a la comunidad internacional que las autoridades habían hecho una incautación de droga proveniente de Colombia en las aguas salvadoreñas. Así mismo, el mandatario aprovechó la información para mencionar al presidente colombiano, Gustavo Petro.
Nayib Bukele usó su cuenta oficial de Twitter para comunicar que la Fuerza Naval de El Salvador incautó un cargamento de cocaína que transportaban por las aguas salvadoreñas tres personas de nacionalidad colombiana. Se cree que la droga está valorada en al menos 30 millones de dólares.
“Nuestra Fuerza Naval acaba de incautar un LVP a 520 Millas Náuticas de la Bocana el Cordoncillo, Estero de Jaltepeque, con 3 tripulantes de nacionalidad colombiana. Se estima que contiene aproximadamente 1.2 toneladas de cocaína, valoradas en unos 30 millones de dólares”, escribió el presidente de El Salvador en la noche de este lunes 27 de marzo.
El mandatario centroamericano informó en sus redes sociales que “esta se convierte en la incautación de droga más lejana de la costa en la historia de El Salvador (963 kilómetros)”.
Pero los trinos de Bukele no terminaron ahí, ya que luego de informar sobre la incautación del millonario cargamento de cocaína que transportaban ciudadanos colombianos, el presidente de El Salvador usó su cuenta de Twitter para mencionar la cuenta oficial del presidente Gustavo Petro, citándolo para que leyera el hilo en el que el salvadoreño informaba sobre la incautación.
Los dos mandatarios han tenido fuertes choques en las últimas semanas a través de medios de comunicación y redes sociales, debido a la polémica cárcel que ha creado Bukele en El Salvador para enviar a los pandilleros más peligrosos de ese país. Algo que ha sido criticado por Gustavo Petro, entendiendo que no se les están respetando los derechos humanos a los reclusos salvadoreños.
Como Bukele en El Salvador: Honduras implementará importante medida contra los delincuentes
Con el fin de disminuir el hacinamiento carcelario, Honduras construirá dos prisiones de máxima seguridad que, según estimaciones oficiales, tendrían cada una capacidad para 1.500 reclusos. Uno de los centros estará ubicado en una isla a 250 kilómetros de tierra firme, decisión que aleja la posibilidad de que los reos tengan facilidad de contacto con la civilización.
El comienzo de obras en ambos complejos está programado para 2023 y ya han trascendido algunos detalles del proyecto. El director de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez (citado por El Heraldo), precisó que unas de las cárceles se localizarán en la Isla del Cisne y la otra en el área montañosa entre Patuca y el departamento de Gracias a Dios.
“Hay una sobrepoblación que anda alrededor del 20 o 25 % en estas cárceles; por un lado, y, por otro lado, las características de estas dos cárceles de máxima seguridad es que están aisladas totalmente de cualquier centro urbano”, dijo Sánchez en una comparecencia.
Cuando concluyan los proyectos, “el sistema carcelario debe ser potenciado precisamente para darles un mejor tratamiento a los internos”, como primera medida y, además, “romper la comunicación interna y externa que hay desde y hacia estos centros penitenciarios con el fin de girar instrucciones para cometer cierto tipo de delitos en las ciudades”, agregó la autoridad hondureña.
De acuerdo con El Heraldo, las nuevas prisiones albergarán a aquellos condenados, cuyos delitos son considerados de mayor gravedad. Entre estos, la Policía subraya el narcotráfico, vínculos con el crimen organizado y, en esa línea, la pertenencia o nexos con pandillas.
Ese medio aclaró que, por lo pronto, la propuesta recibió ‘buena recepción’; sin embargo, el siguiente paso será evaluar los fondos y las personas que contribuirán a que la iniciativa se materialice.
Medios internacionales como La Prensa Gráfica informan que Honduras cuenta con dos cárceles de máxima seguridad en un sistema penitenciario de 26 prisiones.