Las autoridades haitianas aseguraron desde el primer día que un comando de 21 mercenarios colombianos participó en el asesinato del presidente Jovenel Moïse el pasado 7 de julio.
Sin embargo, las confesiones de 3 de los exmilitares colombianos capturados dan pistas más claras de lo que pudo ocurrir y del papel que habría desempeñado cada uno de ellos.
SEMANA conoció en exclusiva que el teniente coronel del Ejército Carlos Giovany Guerrero Torres aseguró ante los investigadores, desde su sitio de reclusión en Puerto Príncipe, que los únicos que entraron a la habitación del primer mandatario y por ende habrían disparado contra el primer mandatario, fueron los exmilitares Mario Palacios Palacios (prófugo), Mauricio Javier Romero (muerto) y Duberney Capador Giraldo (muerto). Indicó el exoficial que él sí ingresó a la casa del presidente, pero que solo llegó hasta la cocina.
Por su parte, el capitán Germán Rivera García confesó que siempre estuvo en la parte exterior de la casa “porque él era el que controlaba y dirigía el personal externo”. Pero sostuvo que un grupo de 6 de sus compañeros retirados fue designado para entrar a la residencia presidencial y llevar a cabo la misión. Dicho grupo habría estado compuesto por:
El sargento viceprimero (r) Duberney Capador Giraldo, el sargento primero (r) Mauricio Javier Romero Medina y los soldados (r) Juan Carlos Yepes Clavijo, Víctor Albeiro Pineda Cardona, Mario Palacios Palacios Soldado y Naiser Franco Castañeda.
Hay otro exmilitar colombiano que aparece ingresando a la casa, según las investigaciones, y es el sargento Ángel Mario Yarce, quien según la confesión del soldado retirado Juan Carlos Yepes, también capturado, 28 minutos después de que el primer comando de mercenarios ingresó y cuando cesaron los disparos, se escuchó la voz de Mauricio Romero ordenando que entrara el encargado de las cámaras. Entonces, le habría entregado a Yarce el DVR (Digital Video Récord), con todas las imágenes del circuito cerrado de televisión de la residencia y una maleta pesada que le habría pedido subir a un vehículo blanco. Los videos fueron recuperados por la Policía de Haití y se convirtieron en una prueba irrefutable.
En todo caso, lo que ocurrió en la habitación donde dormía el presidente Moïse con su esposa fue aterrador. La primera dama haitiana, Martine Moïse, quien ya regresó a la isla, les dijo a los agentes del FBI en EE. UU. que los asesinos ingresaron hablando solo español y que nunca colgaron una llamada en el celular. Por el contrario, tras ingresar y ubicarlos debajo de la cama, un hombre al otro lado del teléfono dio la orden de ejecutar al presidente. A ella también le dispararon, se le pararon encima y le alumbraron los ojos para verificar que estaba sin vida. Ella se hizo la muerta. Solo cuando la mujer escuchó que los asesinos salieron de la casa y hablaban en el jardín, se levantó como pudo, alcanzó un teléfono y llamó al servicio secreto para pedir auxilio.
De los 3 exmilitares señalados por sus propios compañeros de dispararle al presidente de Haití hasta asesinarlo y de dejar herida a la primera dama, 2 están muertos: Romero y Capador. Por ahora buscan a Mario Antonio Palacio, el soldado en retiro que aparece en los más buscados en Haití. “Aviso de búsqueda”, dice el cartel con la foto de su cara y donde además aparece vestido como militar, cuando era activo y en otra imagen se ve con otro de los colombianos retirados y que fueron capturados por el magnicidio.
Al lado se leen varios teléfonos para que la gente dé información. El testimonio de Palacios será clave para tratar de encontrar la verdad del entramado criminal que acabó con la vida del presidente Jovenel Moïse.