Rusia aseguró el miércoles haber recibido una petición de ayuda de los separatistas prorrusos para “contrarrestar” al Ejército ucraniano en una nueva señal de una posible intervención militar rusa en Ucrania a pesar de las sanciones internacionales.
A lo largo del día, Ucrania movilizó a sus reservistas de 18 a 60 años, aprobó el estado de emergencia y anunció haber sido víctima de un nuevo ciberataque masivo. “Casi 200.000 soldados rusos” están desplegados en la frontera con Ucrania, dijo el presidente ucraniano Volodímir Zelenski el miércoles 23 de febrero en un discurso a la nación, agregando que solicitó sin éxito una reunión con su homólogo ruso. Advirtió que la situación podría conducir a “una gran guerra en Europa”.
El mandatario ruso, Vladímir Putin, está “tan listo como puede estarlo” para una invasión a gran escala de Ucrania, con “casi el 100 % del conjunto de fuerzas que habíamos calculado que podría desplegar” para invadir el país, declaró un responsable de la Defensa estadounidense bajo condición de anonimato.
El mundo se enfrenta a “un momento de peligro”, advirtió por su parte el secretario general de la ONU, António Guterres, en la apertura de la Asamblea General de la ONU.
Estado de emergencia
Ante esta situación, los diputados ucranianos aprobaron por amplia mayoría el estado de emergencia propuesto por Zelenski y el secretario del Consejo de Seguridad y de defensa nacional Oleksii Danilov. “Ucrania necesita garantías de seguridad claras y concretas, inmediatamente”, tanto de los países occidentales como de Rusia, dijo Zelenski en una rueda de prensa.
“Estamos unidos en la convicción de que el futuro de la seguridad europea se decide en este momento en nuestra casa, en Ucrania”, añadió. Horas más tarde, Rusia aseguró que los líderes de las regiones separatistas del este de Ucrania le habían pedido “ayuda” para “contrarrestar la agresión” del Ejército ucraniano. La agencia estatal rusa Tass publicó las cartas al respecto con fecha del 22 de febrero, el día en que los parlamentarios rusos autorizaron a Putin a desplegar tropas en Ucrania si fuera necesario.
Rusia comenzó a evacuar a su personal diplomático de Ucrania, informó la embajada a la AFP el miércoles. Por su parte, Estados Unidos ya había decidido la semana pasada trasladar su embajada de Kiev a Lviv, en el oeste del país. Y en un comunicado el miércoles, Francia instó a sus ciudadanos salir del país “sin demora”.
Justo antes, el líder ruso había insistido en que los intereses rusos no eran “negociables”, aunque mencionó la posibilidad de un “diálogo directo y honesto con Occidente”. El lunes, cuestionó incluso la propia legitimidad de la existencia de Ucrania, acusándola de ser un instrumento en manos de la política de agresión antirrusa de la Otan.
Sanciones
A nivel internacional, la Unión Europea (UE) anunció el miércoles sanciones contra el ministro de Defensa y los jefes militares rusos, el jefe de Gabinete del Kremlin, al ministro de Desarrollo Económico y la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores por su papel en el reconocimiento de las regiones separatistas de Ucrania.
Las sanciones publicadas en el Diario Oficial de la UE consisten en el congelamiento de bienes y prohibiciones de visas contra los afectados. A su vez, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el miércoles sanciones contra la empresa encargada de la explotación del gasoducto Nord Stream II, que une Rusia con Alemania.
La medida se dio a conocer después de que Alemania anunciara el martes que suspendería este polémico gasoducto. El día anterior, Estados Unidos ya había hecho públicas las medidas contra los bancos y oligarcas rusos, denunciando el “inicio de una invasión rusa” en Ucrania.
Rusia prometió una respuesta “fuerte” y “dolorosa” a las sanciones estadounidenses. Las medidas siguen siendo modestas en comparación con las anunciadas en caso de invasión y Moscú cuenta con casi 640.000 millones de dólares en reservas de divisas y 183.000 millones en un fondo soberano para hacerles frente.
Por su parte, Putin mantiene el suspenso sobre sus intenciones militares. Tras reconocer el lunes la independencia de las “repúblicas” separatistas de Donetsk y Lugansk, la Cámara Alta rusa dio luz verde para el despliegue de fuerzas rusas en Ucrania.