Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad de México, ha sido acusado de cinco cargos, entre ellos varios por narcotráfico en su comparecencia ante el Gobierno de los Estados Unidos, que lo acusa de traición a su país por traficar cocaína, delitos por los que enfrenta cadena perpetua.
Según la Fiscalía neoyorquina, el director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) entre 2001 y 2005 y secretario de Seguridad Pública de 2006-2012 ayudó al Cartel de Sinaloa a introducir 53 toneladas de cocaína a Estados Unidos, convirtiéndose en un “miembro” más de la conspiración.
El nombre de García Luna surgió en el juicio al Chapo en el que uno de los testigos contó que le había entregado maletas con millones de dólares en sobornos entre 2005 y 2007, sin embargo la defensa alega que no hay “dinero ni fotos, ni videos, ni grabaciones, ni textos, ni pruebas” de estas acusaciones.
Recientemente, el lugarteniente del cartel de los Beltrán Leyva, Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, ha asegurado que vio recibir sobornos a quien fue ministro de Seguridad mexicano entre 2006-2012, Genaro García Luna, y que estaba en “nómina” del Cártel de Sinaloa.
Según recoge el diario mexicano ‘El Universal’, Villarreal ha sido el primer testigo de la Fiscalía en el caso abierto en el Tribunal del Distrito Este de Brooklyn, Nueva York, contra García Luna. En su comparecencia ha afirmado que “vio en varias reuniones” a García Luna recibiendo sobornos de este grupo.
“Nos daba información sobre operaciones contra el cartel. Nos ayudaba a poner y quitar agentes en cualquier parte de México y compartía información para que pudiéramos golpear a nuestros rivales”, ha declarado. “Gracias a la ayuda de García Luna fue como este cartel creció tanto”, agregó.
La Fiscalía ha argumentado que García Luna tenía un “trabajo sucio: recibir sobornos del Cartel de Sinaloa” y por tanto estaba en la “nómina” del Cartel de Sinaloa. “Convirtió a la policía en una fuerza armada mercenaria que actuó a favor del cartel”, aseguró el ente investigativo.
El capo ha explicado que en esa época él era el encargado de entregar los sobornos que daba el cartel y fue en esas reuniones donde se encontró con el entonces ministro de Seguridad Pública durante la administración de Felipe Calderón.
De hecho, Adán Augusto López Hernández, el secretario de Gobernación de México, ha confirmado la existencia de una “investigación internacional” en contra del expresidente mexicano Felipe Calderón por presunto tráfico de armas.
La investigación según López, está relacionada con la operación ‘Rápido y Furioso’ mediante la cual Estados Unidos, a través de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), introdujo de manera deliberada unas 2.500 armas de fuego con el objetivo de identificar y detener a compradores y distribuidores.
Villarreal, pieza clave en el cartel de los Beltrán Leyva y conocido por su carácter sanguinario y cruel, es el primero de los 70 testigos que presentará la Fiscalía, entre los que estaría además el narcotraficante Jesús ‘Rey’ Zambada, quien sacó el nombre de García Luna en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, alias ‘El Chapo’. También figura en el listado de testigos el exfiscal Édgar Veytia, alias ‘El Diablo’, condenado por corrupción.
Juicio a García Luna en Nueva York
Luego de tres días de entrevistas a cerca de 200 candidatos, quedó constituido el jurado que a partir del lunes juzgará por narcotráfico al exsecretario de Seguridad de México, Genaro García Luna, en un tribunal de Nueva York.
Los 18 miembros están obligados a asistir cada día durante las ocho semanas que se estima dure el juicio, que sienta en el banquillo al funcionario mexicano de mayor rango que comparece ante la justicia estadounidense, acusado de cinco cargos, entre ellos narcotráfico, que le pueden llevar a pasar el resto de sus días en la cárcel.
Según la Fiscalía neoyorquina, quien fuera director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) entre 2001 y 2005 y secretario de Seguridad Pública bajo el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), ayudó al cartel de Sinaloa y a su jefe, Joaquín ‘Chapo’ Guzmán (condenado a cadena perpetua por la justicia estadounidense), a introducir 53 toneladas de cocaína a Estados Unidos, convirtiéndose en un “miembro” más de la conspiración.
Con información de Europa Press*