La implosión del sumergible Titán con cinco pasajeros a bordo que buscaban observar los restos del legendario Titanic continúa generando incertidumbre y preguntas. Cada día que pasa, se siguen conociendo detalles del viaje acuático a 4.000 metros de profundidad, por el que los pasajeros pagaron 1.000 millones de pesos, sin saber que sería el valor que estaban pagando por su muerte.
Las últimas horas, por ejemplo, se puso en duda la seguridad dentro del sumergible. Un experto en submarinos que viajó en el Titán en 2019 relató haber escuchado un crujido en la nave que parecía indicar que “un área del casco se estaba rompiendo”. Pese a que en ese entonces envió un correo preocupado al CEO de OceanGate, Stockton Rush, la misiva no fue respondida.
Quien denunció las presuntas fallas en el Titán fue Karl Stanley, ciudadano estadounidense que hoy reside en Honduras, donde tiene un negocio de sumergibles turísticos. Lo hizo en conversación con CNN, donde comentó que cuatro años atrás fue invitado por Stockton Rush, uno de los fallecidos tras la implosión, para vivir de primera mano un viaje turístico de prueba de la nave.
“Sonaba como una falla o defecto en un área sobre la que actuaban tremendas presiones y que estaba aplastada/dañada”, explicó.
Pero esta no fue la única denuncia contra el mal funcionamiento del submarino. Bill Price, un hombre amante de este tipo de aventuras en California, habló con Los Angeles Times y confirmó que estuvo en el Titán hace dos años y en el recorrido se perdió completamente la comunicación con la nave nodriza y se recuperó solamente una hora después de empezar el viaje.
Incluso, tiempo después, la propia tripulación del submarino se dio cuenta de que había problemas mecánicos que obligaron a liberar peso en la embarcación para que esta pudiera volver a la superficie sin ningún problema. Por supuesto, este hecho llenó de preocupación y miedo a los tripulantes, pues sienten que estuvo en riesgo su vida.
Price confirmó al medio de comunicación norteamericano que había cierta incertidumbre de cómo volverían a la superficie. Incluso, confirmó, que las personas que estaban a cargo del sumergible le pidieron a él y a los demás tripulantes que se balancearan de lado a lado para tratar de nivelar los pesos y poder subir. “Cuando escuchamos nuestro primer sonido metálico, fue un gran alivió”, confirmó Bill Price.
Recuerdan desafiante mensaje del cofundador de OceanGate antes de morir en submarino
A bordo del submarino iban Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, y su hijo Suleman; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la empresa que coordinó la fallida exploración.
Este último comentó hace unos años en medio de un informal diálogo con el actor mexicano Alan Estrada, quien hizo parte de una de las primeras expediciones de la compañía, cómo quería ser recordado luego de que falleciera.
“Me gustaría ser recordado como un innovador. Creo que fue el general McArthur quien dijo: ‘eres recordado por las reglas que rompes’, y yo he roto algunas reglas para hacer esto posible. Creo que las he roto respaldado de buenos ingenieros y lógica. Titanio y Fibra de carbono”, manifestó inicialmente.
Luego, añadió en aquel momento: “hay una regla para no hacerlo, pues lo hice. Escogiendo las reglas que quieres romper y el valor que le dan a la sociedad, para mí eso es innovar, no inventar. Innovar es cuando haces que un invento sea aceptado ampliamente”.
Cabe mencionar que Rush comenzó su carrera en 1981 como el piloto de transporte a reacción más joven del mundo. Tres años más tarde, se convirtió en ingeniero de pruebas de vuelo en aviones de combate F-15 para McDonnell Douglas.
El estadounidense, de igual manera, se embarcó en varias empresas tecnológicas relacionadas con el océano, entre ellas, BlueView Technologies, que fabrica pequeños sistemas de sonda de alta frecuencia. Además, fundó en 2009 OceanGate Expeditions.
Tragedia del sumergible Titán: revelan el último mensaje que envió uno de sus tripulantes
El sumergible que transportaba a cinco personas hacia el Titanic implosionó cerca del sitio donde se encuentra el naufragio, y las cinco personas que iban a bordo fallecieron, informaron las autoridades, en un trágico fin de una saga que incluyó una búsqueda urgente día y noche y una vigilia mundial por la embarcación desaparecida.
Funcionarios de la Guardia Costera de Estados Unidos dijeron en una conferencia de prensa qué les han notificado a los familiares de la tripulación del Titán, con el cual se perdió contacto desde el domingo.
La poca esperanza que quedaba de hallar vivos a los cinco hombres se extinguió el pasado jueves, 22 de junio en la mañana, cuando se preveía que se agotara la provisión de oxígeno del sumergible para 96 horas y la Guardia Costera anunció que se habían hallado escombros aproximadamente a 488 metros (1.600 pies) del Titanic en aguas del Atlántico Norte.
“Esto fue una implosión catastrófica de la embarcación”, dijo el contraalmirante John Mauger, del Primer Distrito de la Guardia Costera.
Entre las personas que conformaron la tripulación del sumergible se encontraba Hamish Harding, empresario británico que estaba radicado en Dubai y que decidió ser parte esta excursión a las profundidades del mar así conocer los restos del Titanic desde el submarino Titán (vehículo desarrollado por la compañía estadounidense OceanGate).
Poco después de que Harding abordara el Titán, escribió un último mensaje, el cual compartió en sus redes sociales. El magnate británico publicó que se sentía muy orgulloso de hacer parte del grupo de personas de la misión ‘RMS Titanic’, la cual estuvo a cargo de OcenGate Expeditions.
El empresario indicó sentirse especialmente afortunado debido a que la zona que sería explorada había experimentado el invierno más fuerte registrado en 40 años, por lo tanto, era altamente posible que OceanGate realizará una sola expedición submarina en el 2023.
Agregado a ello, el británico había indicado que toda la tripulación del sumergible habían recibido un entrenamiento previo para proceder con la expedición, según Harding la capacitación fue brindada por exploradores con experiencia en más de 30 inmersiones.
“Se acaba de abrir una ventana meteorológica y vamos a intentar bucear mañana. Comenzamos a navegar desde St. Johns, Terranova, Canadá, ayer y planeamos comenzar las operaciones de buceo alrededor de las 4 a. m. de mañana por la mañana”, indicó Hamish Harding en su publicación.
Finalmente, la comunicación con el submarino se perdió luego de dos horas de su descenso en las aguas del Atlántico.
Las otras personas a bordo eran: dos miembros de una prominente familia paquistaní, Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood y Paul-Henri Nargeolet, experto en el Titanic.
“Estos hombres eran verdaderos exploradores que compartían un marcado espíritu de aventura, y una profunda pasión por explorar y proteger los océanos del mundo”, declaró OceanGate en un comunicado. “Lamentamos la pérdida de vidas y de la alegría que llevaban a todos los que conocían”.
OceanGate ha estado documentando la desintegración del Titanic y el ecosistema submarino que lo rodea a través de viajes anuales desde 2021.
En su momento los rescatistas enviaron barcos, aviones y demás equipo al sitio de la desaparición.
Las autoridades estaban esperanzadas de que los sonidos submarinos detectados el martes y el miércoles pudieran ayudar a acotar su búsqueda, cuya área de cobertura había sido ampliada a miles de kilómetros, el doble del tamaño del estado de Connecticut, y en aguas a 4 kilómetros (2,5 millas) de profundidad.
Pero la Guardia Costera señaló el jueves que probablemente los sonidos fueron generados por algo distinto al Titán.
“No parece haber ningún vínculo entre los ruidos y la ubicación (de los escombros) sobre el lecho marino”, indicó Mauger.
El funcionario dijo que era demasiado pronto para decir si la implosión ocurrió en el momento en que el sumergible se comunicó por última vez el domingo. Pero no fue detectada por boyas con sonar utilizadas por los equipos de búsqueda, lo que deja entrever que ocurrió antes de que ellos llegaran hace varios días.
“Todo el tiempo tuvimos dispositivos de escucha en el agua y no oímos ningún indicio de falla catastrófica”, manifestó.
La Guardia Costera seguirá buscando pistas acerca de qué le ocurrió al Titán. Las labores para recuperar el sumergible y los restos de los cinco hombres que murieron también continuarán, agregó Mauger.
La Casa Blanca agradeció al servicio de guardacostas, y también a los socios canadienses, británicos y franceses que ayudaron en las labores de búsqueda.
“Nuestros corazones están con las familias y los seres queridos de quienes perdieron la vida en el Titán. En los últimos días han pasado por un calvario horrendo, y los tenemos en nuestros pensamientos y oraciones”, indicó en un comunicado.
El Titán partió el domingo a las 6 de la mañana y ese mismo día por la tarde fue reportado como retrasado aproximadamente a 700 kilómetros (435 millas) al sur de St John’s, en Terranova, en su expedición al sitio donde el Titanic se hundió hace más de un siglo. Para el jueves, cuando se preveía que la provisión de oxígeno se agotaría, había pocas esperanzas de hallar a la tripulación con vida.