El epidemiólogo de la Université de Sherbrooke en Canadá, Jacques Pepin, publicó un libro llamado ‘Los orígenes del Sida’ en el que defiende que un soldado de la Primera Guerra Mundial fue la primera persona en contraer el VIH a través de un chimpancé.

El epidemiólogo ha estado investigando desde 1980 el origen del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

En el primer libro, publicado en 2011, el epidemiólogo concluyó que un cazador se infectó de VIH en Camerún a principios del sigo XX. No obstante, en la nueva edición del libro rectifica la hipótesis y asegura que el “paciente cero” no fue un cazador sino un soldado.

Estudios anteriores encontraron que el Virus de la Inmunodeficiencia de los Simios (VIS) se cruzó con los humanos en el sureste de Camerún a principios del siglo XX. Además, que el VIS es idéntico al VIH y que la diferencia es el huésped en el que vive la enfermedad.

“Durante la Primera Guerra Mundial, Alemania tenía varias colonias en África y las fuerzas aliadas decidieron invadir estas colonias, una de las cuales fue Camerún”, dijo el profesor Pepin a medios internacionales.

Según el experto, la invasión de Camerún llevó a los soldados desde Léopoldville por el río Congo y su afluente, y este camino los condujo a Moloundou, donde los estudios apuntan que se registró la primera aparición del VIH.

Asimismo, que al estar en Moloundou el principal enemigo de los soldados era el hambre, que mató a la mitad de los soldados, según las estimaciones de Pepin.

Por tal razón, los soldados tuvieron que ir al bosque y cazar animales para poder alimentarse. “De repente, tienes 1.600 soldados con rifles y munición en abundancia, por lo que el nivel de caza en esa área aumentó drásticamente durante estos pocos meses”, dijo.

Por consiguiente, la hipótesis del epidemiólogo es que algún soldado se infectó mientras cazaba y al terminar la guerra regresó a Léopoldville y comenzó la transmisión del virus.

Además, que la propagación fue por reutilización de agujas en los hospitales por la escasez de recursos. Igualmente, la prostitución generalizada en Léopoldville ayudó a que el virus de transmisión sexual se propagara en la población.

“Cada año, las prostitutas tienen hasta 1.500 clientes. Eso fue perfecto para la amplificación sexual del VIH entre estas trabajadoras sexuales y sus clientes”, añadió Pepin al medio internacional.

En conclusión, el centro de Léopoldville fue parte integral de la propagación del VIH en la década de 1960 y un haitiano que llegó al país contrajo la enfermedad y la propagó entre los hombres homosexuales al regresar a su casa, según el experto.

“En unos pocos años se reexportó a los Estados Unidos y allí se extendió entre los hombres homosexuales y los consumidores de drogas intravenosas, y desde Estados Unidos se fue a Europa occidental”, concluyó el epidemiólogo Jacques Pepin.

El sida ha matado a más de 33 millones de personas y hasta el momento no hay cura definitiva. Sin embargo, a comienzos de diciembre la farmacéutica Janssen (filial de Johnson & Johnson) produjo una candidata de vacuna contra el virus, que pasó a la última fase de ensayos por primera vez en diez años y está a la espera de ver si funciona en condiciones reales.

La vacuna contra el VIH está basada en la misma tecnología que tiene la de covid-19, que es un adenovirus modificado que tiene una mezcla de proteínas con el objetivo de que el cuerpo genere anticuerpos contra las distintas cepas que provocan el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida).

“Nuestra visión es lograr un mundo sin VIH. Esto requerirá de una vacuna preventiva contra el virus”, dijo Paul Stoffels, vicepresidente del Comité Ejecutivo y director científico de Johnson & Johnson.