La implosión del sumergible Titán, con cinco tripulantes a bordo buscando observar los restos del Titanic, continúa generando incertidumbre: cada día que pasa, se siguen conociendo detalles del viaje bajo 4.000 metros del océano, por el que los pasajeros pagaron 1.000 millones de pesos.

Las últimas horas, por ejemplo, se puso en duda la seguridad dentro del sumergible. Un experto en submarinos que viajó en el Titán en 2019 relató que escuchó un crujido en la nave, lo que indicaba que “un área del casco se estaba rompiendo”. Pese a que en ese entonces envió un correo preocupado al CEO de OceanGate, Stockton Rush, la misiva no fue respondida.

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Quien denunció las presuntas fallas en Titán fue Karl Stanley, ciudadano estadounidense que hoy reside en Honduras, donde tiene un negocio de sumergibles turísticos. Lo hizo en conversación con CNN, donde comentó que cuatro años atrás fue invitado por Stockton Rush, uno de los fallecidos en Titán, para vivir de primera mano un viaje turístico de prueba de la nave.

“Sonaba como una falla/defecto en un área sobre la que actuaban las tremendas presiones y que estaba aplastada/dañada”, explicó.

Aunque las fallas en el sumergible fueron denunciadas después de la inmersión en el agua cuatro años atrás a través de un correo electrónico, nunca recibió respuesta. Hoy, las sospechas de defectos en el submarino parecen darle la razón a Karl Stanley.

Al mensaje, de hecho, tuvo acceso el medio The New York Times, que corroboró el llamado de alerta. “Un área del casco se estaba rompiendo”, decía la misiva.

Stockton Rush, tripulante del sumergible Titán, y CEO de OceanGate. | Foto: AFP or licensors

Pero no fue la única solicitud de revisar posibles fallas en el sumergible que OceanGate. En 2018, como reseñó el Daily Mail, expertos en la industria de los submarinos, exploradores y hasta oceanógrafos advirtieron al CEO de la compañía los riesgos de un viaje turístico en el Atlántico Norte a tal profundidad.

“Sugerimos: ‘Mira, estás yendo demasiado rápido, y la idea de pasar por alto el proceso de clasificación existente puede tener graves consecuencias’”, explicó al diario en mención Will Kohnen, jefe del comité de vehículos submarinos tripulados de la Marine Technology Society.

¿Encontrarán los cuerpos? Experto habló en SEMANA

El capitán de navío submarinista Carlos Augusto Romero Balcucho, excomandante de la flotilla de submarinos de la Armada de Colombia, conversó con SEMANA acerca del sumergible Titán, que implosionó durante su viaje turístico rumbo a los restos del Titanic, en el Atlántico Norte, razón por la que murieron sus cinco tripulantes.

Tripulantes de la expedición al Titanic. | Foto: AP

“Confío en que ojalá puedan encontrar, para descanso de las familias, los restos de sus seres queridos. Es una operación muy compleja, a 4.000 metros de profundidad solamente pueden llegar vehículos autónomos o remotamente tripulados para poder conseguir los restos y hacer el levantamiento de todo lo que ocurrió”, explicó.

En cuanto a la dificultad del rescate, agregó: “Un rescate a esta profundidad es muy complejo por los costos y los equipos que se requiere. Sería de mi parte muy atrevido decir si los van a encontrar o no. Es muy difícil de determinar”.

El capitán Romero también respondió por qué estos sumergibles no cuentan con GPS que ayuden a que desde la superficie puedan localizarlos en caso de emergencia, como ocurrió con Titán, del que se hallaron algunos restos cerca del Titanic.

“Debajo del agua se pierde la señal satelital, no se puede recibir ningún tipo de comunicación. Por eso es que ellos, desconozco el caso del Titán, tienen una cadena de comunicación con la nave nodriza, que los ubica a través de los medios que ellos emiten. Lo que sí funciona es la comunicación a través de medios acústicos, hidroacústicos o de muy baja frecuencia. Por eso establecer la posición es compleja”, sustentó.