Uno de los conflictos mundiales más relevantes en el 2023 sigue siendo la ofensiva rusa contra Ucrania iniciada en febrero de 2022 por órdenes del presidente de Rusia, Vladimir Putin, con el fin de rechazar la idea de que Kiev perteneciese a la Otan. No obstante, Ucrania le ha hecho frente a Moscú gracias a las alianzas militares con occidente; sin embargo, aún no hay un claro ganador ni mucho menos una demostración diplomática para terminar la guerra.

La guerra entre Rusia y Ucrania se desató en febrero de 2022. | Foto: Restringido

Con el presunto debilitamiento del ejército ruso más el intento de insurrección por parte del grupo Wagner iniciado en Rostov del Don, Rusia cada vez más está perdiendo la ventaja de ser considerada la nación más fuerte del conflicto, e incluso se ha comenzado a pensar que la presidencia de Vladimir Putin podría llegar a su fin prontamente.

¿Cómo se daría el final de la era Putin?

En toda la historia de la Federación de Rusia, esta nación ha tenido tres presidentes: Boris Yeltsin de 1991 a 1999; Vladimir Putin de 1999 a 2008 y repitiendo desde 2012 hasta la actualidad; y Dmitri Medvédev de 2008 a 2012. Todos los tres políticos han sido independientes de cualquier partido tradicional, no obstante la popularidad de la que cada uno ha gozado han sido en gran medida por los ciudadanos.

Con Putin estando en el poder durante una extensa cantidad de tiempo se ha convertido en una figura política internacional muy relevante para Europa y Occidente, principalmente. No obstante, esto no lo exime de presentar problemas de mando en su periodo presidencial que legalmente termina en mayo de 2024. Algunos expertos dicen que dicho fin podría darse antes con base en los acontecimientos recientes que ha vivido la nación tales como:

Vladimir Putin ha sido el político ruso que más ha permanecido en el cargo de presidente de la nación. | Foto: Sputnik
  • Insurrección por el grupo Wagner: menos de un día fue suficiente para que este grupo paramilitar ruso, afín al gobierno Putin, se hiciera con la ciudad de Rostov del Don, encaminara vehículos militares hacia Moscú, iniciara un levantamiento popular aplaudido por algunos rusos y demostrara que Putin no tiene a sus fuerzas militares tan preparadas para una rebelión.
  • Traición por fuerzas armadas rusas: desde el interior de la cúpula militar, se podría dar un levantamiento para desestabilizar al Gobierno y generar un golpe de Estado. Esta teoría se basa en que si el grupo Wagner, con las modestas municiones que tenía, pudo realizar en menos de 24 horas todo lo que hizo, las fuerzas armadas podrían realizar estas insurrecciones con más facilidad y en menor tiempo.
El Kremlin ha sido radical con las muestras de rebelión en contra de su gobierno. | Foto: Restringido
  • Derrota de la guerra contra Ucrania: uno de los eventos más devastadores para la figura de Rusia ante el mundo sería la pérdida de la ofensiva contra Kiev. En caso de que esto llegue a pasar, Putin se vería obligado a renunciar y a huir de la nación a Bielorrusia, con el fin de evitar sanciones internacionales. Por su parte, Ucrania recuperaría los territorios conquistados por Rusia, en los que se podría encontrar Crimea.
  • Crisis diplomática rusa: independientemente de que Rusia gane o pierda la guerra, la nación se enfrentaría a una problemática financiera no muy buena, por lo que, para ganar confianza internacional, Putin se vería en la obligación de hacerse a un costado de la política nacional para que las inversiones en Rusia tengan mayor credibilidad.
  • Salud de Putin: a sus 70 años, se ha dicho mucho de la salud del mandatario ruso, por lo que las afectaciones de la guerra con Ucrania le pueden estar afectando física y emocionalmente mal, dando como un posible escenario la falta de cordura al momento de dirigir órdenes al ejército, por lo que se le recomendaría retirarse del cargo.

Aun con una posible caída de Putin, no es seguro que sus ideales y seguidores se hagan a un lado de la política rusa. A pesar de que el mandatario ya no estuviese al frente de la nación, sus ideas seguirán retumbando desde Kaliningrado hasta Siberia, esta vez con otro hombre, o mujer, a la cabeza del país más extenso del mundo.