La innovación astronómica no deja de sorprender al mundo y esta vez le apunta a algo que siempre ha estado en el radar de la exploración espacial. Lo que antes parecía utópico e inverosímil, ahora está cada vez más cerca. Los científicos ya tienen un plan para conectar por primera vez a la Tierra con Marte, logrando transportar visitantes.
La agencia Jet Propulson Laboratory (JPL), junto con Caltech, indicaron que al interior de la Nasa deberían aprovechar los avances logrados hasta el momento para trazar la ruta que lleve por primera vez a los humanos a la órbita de Marte. Con base a la información de la revista científica Jorunal of Spacecraft and Rockets, afirmaron que el periodo de lanzamiento de Marte de 2023 coincide con un acercamiento periodo de ambos planetas, por lo que habría que aprovechar ese fenómeno para llevar a cabo una misión de ida y vuelta con pasajeros en un lapso de 1,6 años.
Sumado a ello, la metodología para efectuar el viaje recomendada por JPL y Caltech constaría de una misión orbital, la cual minimice el riesgo para la tripulación por medio del uso de etapas de propulsión hipergólica (combinación de propelentes) convencional en el espacio. La nave por la cual se haría el proyecto sería modelo Orion y con propulsión química.
Por otro lado, el lanzamiento de la nave se haría mediante la combinación del Space Launch System (SLS) con cohetes comerciales que se agregarían en la órbita terrestre alta o en la futura estación orbital lunar Gateway. La primera etapa correspondería a un sobrevuelo por el planeta rojo, la cual será de 30 días en la órbita y luego la tripulación regresará a la Tierra sobrevolando a Venus, con el apoyo de la asistencia gravitatoria.
Las dos agencias se han caracterizado por proponer proyectos e investigar sobre las naves espaciales con destino a Marte. Tanto así que pretende recoger las muestras de roca que ha recolectado el rover Perseverance de la Nasa, las cuales han servido para conocer a profundidad las características de la superficie del planeta inexplorado. Sin embargo, el mes pasado la Nasa informó que busca asignar casi mil millones de dólares a la devolución de muestras de Marte para el próximo año fiscal, lo que haría que las agencias, al no ser fuertemente económicas, tengan que efectuar otros procesos para obtener esas muestras.
Entre diciembre y enero, el rover depositó diez tubos en la superficie de Marte para recoger material roco de la superficie. Sin embargo, en los próximos meses, la Nasa y la ESA (European Space Agency) tendrán que tomar una decisión sobre la forma por la cual llevarán a cabo alguna misión a Marte y pactar el capital necesario para llevarla a cabo. Dependiendo de esos factores, decidirán el rumbo de las muestras obtenidas meses antes.
Hasta el momento, ambas empresas han acordado un esquema básico de misión de retorno de las muestras a Marte. Además, ESA planea lanzar una nave espacial que vuele hacía Marte y orbite el planeta; sumado a que la Nasa también enviará otra nave que haga el mismo recorrido, pero acercándose al cráter Jerezo, lugar donde el robot Perseverance ha obtenido las muestras de roca. Para devolverlas a su lugar de origen, la agencia considera que el primer plan es lanzar desde la superficie marciana un cohete y helicópteros en miniatura y pinzas, los cuales devolverán el material.
También está pensado que el propio Perseverance efectúe este proceso. Sin embargo, en caso que no pueda hacerlo, la Nasa tienen pensado otra alternativa, inspirada en el helicóptero Ingenuity, el cual realice un vuelo y entregue las respectivas muestras. No obstante, deben tener en cuenta el presupuesto que costaría este proceso.