Tres policías resultaron heridos, una en estado grave, este jueves por la explosión de un coche bomba frente a una comisaría en la localidad de Acámbaro, en el central estado mexicano de Guanajuato, que se ha visto sacudido por la violencia ligada al crimen organizado.
“Atentado con carro bomba al exterior del edificio de seguridad pública de Acámbaro, se encuentran tres policías lesionados, de los cuales una femenina que fue trasladada grave a un hospital y dos masculinos con lesiones superficiales”, dijo en sus redes sociales la Secretaría de Seguridad Pública de Acámbaro.
La dependencia añadió que no hay ningún civil herido por la explosión, que sí causó daños en la comisaria, cuatro viviendas y siete vehículos.
Guanajuato, un próspero centro industrial que alberga además algunos populares destinos turísticos, es considerado actualmente el estado más violento de México, según estadísticas oficiales de homicidios.
El 4 de octubre pasado, los cuerpos de 12 asesinados fueron hallados en distintos puntos de la ciudad de Salamanca, Guanajuato.
La violencia criminal es consecuencia del conflicto entre el cártel local Santa Rosa de Lima y el Jalisco Nueva Generación, uno de los grupos criminales más poderosos del país.
México, golpeado por una espiral de violencia ligada al crimen organizado, registra más de 450.000 asesinatos desde diciembre de 2006, cuando se lanzó un polémico operativo militar antidrogas.
El estado, gobernado por el conservador PAN, suma 1.863 homicidios en lo que va del año y unas 2.787 personas desaparecidas, según cifras oficiales.
Es una de las regiones en donde el gobierno de la presidenta entrante Claudia Sheinbaum ha anunciado que buscará disminuir los índices de violencia.
Apenas el 8 de octubre pasado, la mandataria presentó su estrategia de seguridad, que incluye el fortalecimiento de la Guardia Nacional, la atención a las causas de la violencia como la pobreza, labores de inteligencia y el trabajo con los gobiernos locales.
En Guanajuato, México, las autoridades han enfrentado la delincuencia mediante una combinación de estrategias, aunque la situación sigue siendo compleja; de hecho, se han realizado operativos conjuntos entre la policía estatal, municipal y el Ejército para desmantelar células del crimen organizado y aumentar la presencia policial en áreas conflictivas.
Por otro lado, se han implementado programas para capacitar y equipar a las fuerzas policiales locales; de hecho, las autoridades han comenzado a utilizar tecnologías avanzadas, como sistemas de videovigilancia y análisis de datos, para identificar patrones delictivos y prevenir crímenes.
México, golpeado por una espiral de violencia ligada al crimen organizado, registra más de 450.000 asesinatos desde diciembre de 2006, cuando se lanzó un polémico operativo militar antidrogas.
*Con información de AFP.