El comportamiento del espacio exterior y su relación con el planeta Tierra es algo que organizaciones especializadas como la Nasa estudian constantemente. En los últimos días, en la ciudad de Pittsburgh, Pensilvania (EE. UU.), se informó que un meteorito provocó estallidos sónicos.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio dio a conocer que todo ocurrió en la noche de Año Nuevo, cuando se estima que se produjo una explosión de ese cuerpo celeste, que puede alcanzar la superficie de un planeta, la cual fue igual a 30 toneladas de TNT.

En el sitio web en que los investigadores de la Nasa, observadores de meteoros aficionados y el público en general comparten información sobre estos hechos, Meteor Watch, se indicó que la velocidad del meteoro fue de 45.000 mph (72.420 km/h).

De acuerdo con las recopilaciones realizadas para el análisis de este fenómeno, se estima que el tamaño del meteorito fue de alrededor de un metro de diámetro con una masa cercana a media tonelada (454 kilogramos) y no se se pudo observar en el cielo diurno, puesto que el entorno se encontraba nublado.

En adición, la Nasa explicó que la luz de este meteoro superó a la Luna; 100 veces más que el satélite de la Tierra es lo que, posiblemente, adquirió el brillo del cuerpo celeste.

Este tipo de información se pudo concretar gracias a que una estación de infrasonidos de Estados Unidos, que está situada cerca, registró la onda provocada por el meteorito justamente en el momento en que este explotó, así lo dice Meteor Watch.

“Explotó o se vaporizó”, informó The New York Times mencionando a Chris Leonardi, meteorólogo del Servicio Meteorológico con sede en Pittsburgh.

La manera en cómo se registró este evento se dio por datos de satélites registrados que tenían un destello sobre el condado de Washington, donde a las 11:30 de la mañana del sábado, en pleno Año Nuevo, autoridades del sector pensaron de inmediato que se trataba de un meteoro “cayendo a través de la atmósfera”, según uno de los periódicos de mayor presencia en Pittsburgh, el Tribune-Review.

La escena de la lluvia de meteoritos de la Tierra en 3D creada y modelada en Adobe After Effects y las texturas de los planetas se tomaron del sitio web oficial de Solar System Scope (https://www.solarsystemscope.com/textures/) | Foto: derechos de autor no

Con datos recopilados, residentes de zonas como South Hills y otras cercanas aseguraron sentir un fuerte ruido junto a movimiento y temblores que, aunque no fueron de gran magnitud, sí generaron preocupación.

No obstante, las autoridades del condado de Allegheny le comentaron a la agencia AP que durante el día de la detonación no hubo actividad sísmica o efectos climatológicos que den sustento a varias afirmaciones.

El Museo de la Plata, en Buenos Aires, Argentina, dice que anualmente la Tierra recibe unas 200.000 toneladas de partículas de polvo provenientes del espacio.

Por otro lado, en cuanto a los meteoritos, señala que proporcionan una oportunidad única de desentrañar los procesos cósmicos del Sistema Solar. El análisis de su composición química, mineralogía, estructura y el cálculo de su edad, brindan información acerca de la génesis del Sistema Solar de hace 10.000 millones de años.

En ese sentido, un meteorito es valioso para la ciencia y, el citado museo, comparte tres datos interesantes:

  • Los meteoritos no son “piedras” negras: son oscuras solo por fuera ya que poseen una fina película llamada costra de fusión. Por ello es muy importante observar el interior de la “piedra”.
  • Los meteoritos son pesados: por lo general, son un poco más pesados que las rocas terrestres siempre que ambas muestras tengan el mismo tamaño.
  • Los meteoritos no son radioactivos: a pesar de estar expuestos durante períodos muy largos (millones de años) a rayos cósmicos, los meteoritos no son radioactivos.