Los hechos ocurrieron el pasado 25 de diciembre, sobre las 6:00 a. m hora local, en la vereda de una casa ubicada sobre Acevedo al 4100, en Lomas del Mirador, en Argentina. En ese instante, un expolicía de 74 años de edad, que responde al nombre de Rafael Horacio Moreno, jubilado de la Policía Federal de Argentina, asesinó a uno de sus vecinos, Sergio David Díaz, de 40 años de edad, quien presuntamente tenía el volumen de la música en su casa muy alto. Moreno tenía en su poder un revólver calibre 38 con el que presuntamente hizo el disparo que acabó con la vida de su vecino, según informaciones de C5N.
El expolicía fue a discutir con su vecino debido al alto nivel de la música; este se encontraba con su prima, su pareja y varios amigos en la celebración de Navidad. Según las informaciones de los medios locales, la persona fallecida era conductor de la línea de colectivos 109. Luego de una acalorada discusión en la que Rafael Moreno le dice a su vecino cosas como: “quien te crees que soy” o “la cosa va a terminar mal” y algunos intercambios de golpes y empujones, Moreno toma la decisión de dispararle a su vecino en el abdomen, quien sería trasladado de urgencia al hospital de la zona, donde finalmente murió.
Karina, esposa del ciudadano de 40 años asesinado, fue entrevistada por CN5, tras confirmarse la muerte de su esposo y dijo: “Yo estuve acá y vi todo cuando él (..) me le dio un tiro y me lo mató, vino directo a matarlo, ¿Cómo puede hacer eso? Dejó a una familia. Que pague lo que hizo. Bájeme la música que esto termina mal, decía él, no pensamos que iba a reaccionar de esta manera, ya tenía fama de mal vecino, con personas de la zona”, dijo.
Tras cometer el asesinato, el expolicía regresó a su casa, y acto seguido los familiares, amigos y vecinos de la zona llamaron a la Policía mientras se llevaban a Sergio Díaz al hospital. Los policías de la zona llegaron de forma inmediata tras el aviso de un asesinato y de personas enfurecidas que lanzaban piedras y todo tipo de elementos contundentes a la casa de Rafael Moreno.
En el momento de su captura, el expolicía se entregó de manera voluntaria el revólver calibre 38 y dijo “Yo soy el que le pegó el tiro”; entre tanto, la Fiscalía Especializada en Homicidios de La Matanza, ordenó su detención y lo imputó por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.