Luego de graduarse de bachillerato internacional en un internado en Gales, la heredera al trono de España inició este miércoles tres años de entrenamiento militar, que la llevarán por los ejércitos de tierra, mar y aire, que conforman las Fuerzas Armadas del estado español.
La niña dulce, de ojos claros, que juega con su pelo lo mismo que su bellísima madre, la reina Letizia, es desde ahora la cadete Borbón, dejará los privilegios con que ha crecido en el Pabellón del Príncipe, en el Palacio de la Zarzuela, en Madrid, para compartir el baño con otras compañeras, levantarse antes del alba y tomar lecciones de tiro.
La princesa de Asturias, que es su título como futura reina de España, llegó a la academia militar de Zaragoza, su primera escala en la carrera militar, acompañada por su padre, el rey Felipe VI, la reina y su hermana, la infanta Sofía.
Allí, se declaró “ansiosa” por comenzar esta nueva etapa, pero también “un poquito nerviosa” ante la perspectiva de reunirse con los 600 alumnos de la academia, de los cuales una quinta parte son mujeres
La ocasión debió traer recuerdos a la mente del rey, quien iba vestido con el uniforme militar de verano complementado con una boina. Hace 38 años, él pasó por la misma puerta de la academia de Zaragoza, para iniciar el proceso que ahora vivirá su primogénita, que pronto cumplirá 18 años.
La coincidencia no es gratuita, sino que la etapa en la milicia es una preparación para sus futuras funciones como monarca de España, que es, entre otras cosas, capitán general de las Fuerzas Armadas además de jefe del Estado.
Pero, a pesar de toda esa aura de deber para con el país que entraña esta noticia, hay quienes han querido hurgar en su lado menos amable.
Tal ha sido el caso de la periodista y escritora Pilar Eyre, autora de varias biografías de la dinastía Borbón, entre ellas del rey Juan Carlos I y su esposa, la reina Sofía, abuelos de Leonor.
“La verdad es que me ha dado mucha pena porque la carrera militar es una carrera exigente, es una carrera dura, se necesita mucha disciplina; si es vocacional, es fantástica (...) pero si es impuesta u obligatoria como es el caso, la verdad es que se puede convertir en una pesadilla”, dijo Eyre en una nueva transmisión de su canal de YouTube.
Al respecto, la periodista, que es también una gran conocedora de las monarquías europeas, evocó el caso del príncipe Eduardo, duque de Edimburgo, hermano menor de Carlos III de Inglaterra.
A los 22, él años intentó seguir el ejemplo de sus hermanos mayores en las fuerzas armadas del Reino Unido, pero se vio sumido en una fuerte depresión, porque eso no era lo suyo, y por eso tuvo que retirarse.
Ante el argumento de que es lo que hacen todas las princesas europeas, Eyre aseguró que eso no es verdad, luego de hacer un repaso por los diversos tronos europeos.
El resultado fue que hay unas que han estado tres meses o solo un día en el entrenamiento militar, explicó la escritora de Yo, el Rey.
En cuanto a Leonor y la perspectiva de estar internada en academias militares por tres años, expresó que lamenta que no pueda hacer lo que hacen las otras jovencitas en esos años, como es empezar a disfrutar el sabor de la libertad con la entrada a la universidad.
“Leonor no va a tener eso. Le van a supervisar hasta la ropa interior”, expuso la periodista.
Así mismo, desvirtuó que sea cierto aquello de que vaya a ser una cadete más, porque ya desde el primer día, mientras que los otros estaban paseando en familia y reconociendo la academia, ella entraba en un auto con los vidrios polarizados.
Sus condiciones de seguridad como heredera de la corona requieren unos 12 escoltas, lo que también la hace diferente de sus compañeras.
Eyre, igualmente, se preguntó cuál será el sentir de la madre de la princesa: “Letizia, que es tan moderna, ¿le parece bien esto? ¿Le parece bien para su hija? ¿Va a estar bien su hija durante estos tres años, yendo solo los fines de semana a su casa, viendo como los demás tienen una vida libre y ella está sujeta a una disciplina dura?”.
La periodista no dudó del sentido de responsabilidad de Leonor ante las exigencias de su nuevo estado. “Ella varias veces ha dicho que está preparada para esto, pero, no sé. La verdad es que la compadezco”.
De remate, recordó una anécdota del infante Alfonso, el hermano que el rey Jun Carlos mató por accidente: Cuando le preguntaban si rezaba por su madre, contestaba: “Rezo por mi hermano (Juan Carlos) para que no le pase nada porque si no me tocará ser rey a mí”, aludiendo al hecho de que la vida de un heredero al trono y de un monarca no es para nada fácil.