Las auroras boreales son un fenómeno natural que atrae a miles de personas cada año. Sin lugar a dudas, es un espectáculo único por las imágenes que ofrece y por las luces que logran verse en el firmamento. Sin embargo, en una zona de Noruega se vive otro episodio mucho más extraño, el cual aún no tiene una explicación concreta.

Se trata de las luces de Hessdalen, un fenómeno misterioso que se da en el valle que lleva ese mismo nombre y que, según IFL Science, viene siendo registrado por parte de los habitantes de ese lugar desde los años 30 del siglo pasado.

Los testimonios recogidos por diferentes estudiosos del tema aseguran que en ocasiones puede ser un destello que dure apenas unos segundos, mientras que en otras oportunidades este fenómeno ha durado horas enteras.

Aurora boreal iluminando el cielo, en Tepasto, Finlandia, 5 de marzo de 2023. | Foto: REUTERS

Así mismo, las luces no parecen tener un movimiento definido, pues en algunos episodios se han mantenido quietas y en otras sus movimientos son aleatorios. Pero, en algo en lo que concuerdan los lugareños es que su tamaño es similar al de un carro grande y que se pueden percibir en un pequeño tramo de solo 12 kilómetros.

Pese a todos estos testimonios, aún no se han podido identificar las causas de este fenómeno luminoso, aunque dentro de los estudios que se han llevado a cabo existen algunas hipótesis al respecto.

Lo primero que señalan es que pueden estar relacionadas con la combustión del polvo minero, pues en el lugar donde se perciben hay presencia de varias minas. Así mismo, hay depósitos de escandio, que al contacto con el oxígeno pueden haber desatado esos destellos de luz, sin embargo, esta hipótesis no ha podido ser confirmada.

La aurora boreal es visible sobre Anchorage, Alaska, el miércoles 15 de febrero de 2023. | Foto: AP

Otra de las teorías que los expertos han contemplado para explicar las luces de Hessdalen tiene que ver con la descomposición de radón, elemento presente en gran parte de la naturaleza, pero que en ciertas zonas su concentración es mayor.

Por ejemplo, en Noruega existen unas de las regiones con mayor presencia de este elemento, por lo que desde 2010 se contempla la opción de que la descomposición de este gas en la atmósfera sea la causa de ese brillante fenómeno.

Se sabe que Noruega tiene una de las concentraciones de radón más altas de Europa. Además, esta es especialmente elevada en el valle en el que se forman las luces de Hessdalen. Por eso, en 2010 se publicó un estudio en el que se lanzaba la hipótesis de que fuese la descomposición de este gas en la atmósfera la que estuviese causando el fenómeno luminoso.

La aurora boreal ilumina el cielo nocturno sobre la caída de Kellostapuli en Kolari, Laponia, Finlandia. Foto REUTERS/Lehtikuva/Irene Stachon | Foto: REUTERS

Otra de las teorías que existe al respecto, y tal vez la que ha tenido mejor aceptación entre quienes buscan explicar este hecho, es que el valle de Hessdalen está dividido por un río. A un lado, queda un territorio rico en zinc y hierro y al otro una zona con bastante cobre, lo que podría llevar a que esta área se comporte como una pila gigante.

Sin embargo, para que esta ecuación funcione, hacía falta una solución electrolítica que permitiera el movimiento de los elementos, la cual parece estar relacionada con la alta cantidad de azufre que emanan las minas de la región.

Hasta el momento todo esto sigue siendo un misterio, pero esta última tesis es la que más ha calado entre quienes buscan una explicación a las luces de Hessdalen, que serían producto del plasma que se forma gracias a la acción de esta pila gigante en la atmósfera y que da paso a la aparición de estos impresionantes destellos.