El pasado martes, 14 de junio, se conoció un comunicado de la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos en el que afirmaron que SpaceX se propone realizar operaciones de lanzamiento de Starship/Super Heavy desde el sitio de lanzamiento de Boca Chica en el condado de Cameron, Texas.

Allí aseguraron que la empresa de fabricación aeroespacial debe solicitar y obtener un permiso experimental y/o una licencia de operador de vehículos de la Oficina de Transporte Espacial Comercial de la FAA para operar el vehículo de lanzamiento Starship/Super Heavy.

La evaluación de la FAA de una solicitud de permiso o licencia incluye una revisión de problemas de seguridad pública (como el sobrevuelo de áreas pobladas y el contenido de la carga útil), preocupaciones de seguridad nacional o política exterior, requisitos de seguro para el operador de lanzamiento, además del impacto ambiental potencial.

El sitio de lanzamiento está ubicado en un área costera escasamente poblada adyacente al Golfo de México y tierras públicas ecológicamente propiedad única del Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas y el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Valle del Bajo Río Grande del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU.

El área se caracteriza por comunidades de plantas de marismas e islas de barrera, aguas abiertas poco profundas, planicies de algas y planicies de marea sin vegetación. Las tierras altas consisten en dunas de arena bajas y recién formadas, con su vegetación anclada en medio de llanuras de arena desnuda. Las áreas de aguas abiertas están bordeadas de manglares negros y cubiertas de pastos marinos. Pequeñas colinas de arcilla ecológicamente únicas, conocidas como “lomas”, sostienen un grupo diverso de plantas raras y vida silvestre terrestre, incluidos el ocelote y el jaguarundi, que están en peligro de extinción a nivel federal.

La compañía dirigida por el magnate Elon Musk, SpaceX, fue fundada en 2002, y se dedica al transporte espacial con sede en Hawthorne, California. Diseña, fabrica lanzacohetes y naves espaciales avanzadas.

También lanza cargas útiles comerciales y gubernamentales, incluida la nave espacial Dragón, que se utilizó recientemente para enviar astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional y traerlos de regreso a la Tierra. SpaceX está desarrollando actualmente un nuevo cohete, Starship/Super Heavy, con el objetivo de viajar a Marte.

Refuerzan cooperación sobre exploración lunar

De otro lado, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Nasa anunciaron el miércoles el refuerzo de su cooperación en materia de exploración lunar, y la posibilidad de mandar un astronauta europeo al satélite.

“Estamos impacientes de ver a un astronauta de la ESA unirse a nosotros en la superficie de la Luna, y continuar reforzando nuestra larga alianza estratégica”, declaró el administrador de la agencia estadounidense, Bill Nelson, tras un consejo de administración de la ESA en Holanda al que asistió en calidad de invitado de honor.

Ambas agencias firmaron un protocolo de acuerdo sobre la misión Lunar Pathfinder, el futuro primer satélite de telecomunicaciones en órbita lunar construido por el británico SSTL por encargo de la ESA.

A cambio de un acceso a ese satélite, la Nasa está dispuesta a ponerlo en órbita lunar, explicó la ESA en rueda de prensa. Ambas agencias efectuarán además pruebas conjuntas sobre la posibilidad de utilizar satélites de navegación específicos para la Luna, como es el caso del Galileo europeo o el GPS estadounidense en Tierra.

La ESA (22 Estados miembros) está implicada en el programa estadounidense Artemisa destinado a enviar astronautas a la Luna en 2025, y a construir una manifestación en órbita lunar, el Lunar Gateway. El sector aeroespacial europeo participa en la construcción de los módulos de habitación y comunicaciones.

Ambas agencias conversaron igualmente sobre el futuro de la misión ruso europea ExoMars, suspendida por la ESA tras la invasión de Ucrania. En el marco de esa misión, la agencia tenía previsto mandar a finales de 2022 un robot destinado al planeta rojo para perforar el subsuelo, a la búsqueda de vida extraterrestre.

“La Nasa examina los medios más adecuados para ayudar a nuestros amigos europeos de la misión ExoMars”, aseguró Bill Nelson.

“Las discusiones son intensas, pero van en el buen sentido y confío en que hallaremos una buena asociación con la Nasa en Marte”, comentó Josef Aschbacher, director general de la ESA, quien precisó que se tomarán decisiones en la próxima reunión ministerial del organismo, en el otoño (boreal).

*Con información de AFP