Un sobreviviente de la polio que pasó más de siete décadas viviendo dentro de un pulmón de acero murió a los 78 años. Paul Alexander, ampliamente conocido en la comunidad de internet como “Polio Paul”, falleció este lunes en Texas, según confirmó Christopher Ulmer, organizador de su cuenta oficial de GoFundMe con la cual recaudaban fondos para el hombre.

“Paul, te extrañaremos, pero siempre te recordaremos. Gracias por compartir su historia con nosotros”, escribió en el sitio web Ulmer. Alexander, que quedó paralizado por la polio cuando era niño, fue ampliamente venerado como una figura inspiradora, obtuvo un título en derecho y comenzó su propia práctica jurídica, desafiando las expectativas de los médicos.

En 2020, publicó sus memorias. “Tres minutos para un perro: mi vida en un pulmón de hierro”, que tardó cinco años en completarse, dado que escribió el manuscrito mientras estaba confinado en el complejo aparato médico. Alexander usó un bolígrafo sujeto a un palo que tenía en la boca para escribir cada palabra del tomo del libro de su total autoría.

En marzo del año pasado, Guinness World Records lo declaró el paciente con pulmón de acero que más tiempo ha durado jamás. “No importa de dónde seas o cuál sea tu pasado, o los desafíos que puedas enfrentar, realmente puedes hacer cualquier cosa”, exclamó Alexander en una entrevista en video de 2021 con el YouTuber Mitch Summers. “¡Solo tienes que poner tu mente en ello y trabajar duro!”

Pulmón de acero para tratar el polio | Foto: SSPL/NMeM/Daily Herald Archive

Alexander contrajo polio en 1952 cuando tenía 6 años y vivía con su familia en los suburbios de Dallas. “Lo perdí todo: la capacidad de moverme, mis piernas no me sostenían y luego no podía respirar”, recordó una vez en un vídeo compartido por Reuters. El joven fue trasladado de urgencia al hospital y colocado en un pulmón de acero, en el que permanecería el resto de su vida.

El pulmón de hierro es una cápsula hermética que aspira oxígeno mediante presión negativa, lo que permite que los pulmones se expandan y que el paciente respire, informa Medscape. El artilugio es grande y engorroso y requiere que la persona que lo utiliza permanezca sujeto en el interior durante el funcionamiento.

Los ventiladores, que se inventaron en la década de 1920, se alinearon en las salas de los hospitales en medio de los brotes de polio que azotaron a Estados Unidos hasta la segunda mitad del siglo pasado. En 1959, 1.200 estadounidenses dependían de un pulmón de acero para sobrevivir, pero las máquinas se volvieron gradualmente menos comunes después de la distribución generalizada de la vacuna contra la polio. En 1979, Estados Unidos fue declarado libre de polio y, en 2014, solo quedaban 10 estadounidenses con pulmón de acero.

Pulmón de acero para tratar el polio | Foto: Getty Images

Dada la parálisis de Alexander y su dependencia de la voluminosa máquina, los médicos disminuyeron sus expectativas para su futuro, pero no estaba dispuesto a rendirse. Alexander, quien afirma que “odiaba simplemente mirar televisión” todo el día, comenzó a estudiar y se graduó de la escuela secundaria con honores.

Sus sueños de convertirse en abogado sufrieron un revés cuando inicialmente se le negó la entrada a la universidad debido a su discapacidad. Sin embargo, después de dos años de constante perseverancia, fue admitido en la Universidad Metodista del Sur con una beca.

Alexander se graduó con un Juris Doctor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas en Austin en 1984. Posteriormente, abrió su propia práctica. El sobreviviente de la polio pasó décadas trabajando en el campo legal y finalmente pudo salir del pulmón de acero durante minutos después de aprender a “respirar como rana“.