El paleontólogo francés Yves Coppens, uno de los “padres” de la australopiteca Lucy, cuyo descubrimiento ahondó el conocimiento sobre los orígenes de la Humanidad, falleció este miércoles a los 87 años de edad.

“Yves Coppens nos dejó esta mañana. Mi tristeza es inmensa”, tuiteó su editora Odile Jacob al anunciar el deceso. “Pierdo a un amigo que me confió toda su obra. Francia pierde a uno de sus grandes hombres”, añadió.

El científico falleció a consecuencia de una larga enfermedad, indicó la editorial a la agencia de noticias France-Presse.

Este cazador de fósiles se asignó a lo largo de su vida la misión de contarle a un vasto público la fabulosa historia del origen de la Humanidad. Una historia también en constante evolución, gracias a los descubrimientos de nuevos fósiles.

Inició sus expediciones en los años 60, en Argelia y Chad (países africanos). En 1967, descubre el fósil de un homínido de 2,6 millones de años en el valle del río Omo, en Etiopía (país de África Oriental).

En 1974, realiza excavaciones en la región etíope de Afar, con un equipo internacional del que forman parte su amigo geólogo Maurice Taieb y el estadounidense Donald Johanson. Las búsquedas permiten exhumar 52 fragmentos óseos. Se trata del fósil de homínido más completo jamás hallado hasta entonces.

Esta fotografía de archivo tomada el 1 de enero de 1975 muestra al paleontólogo francés Yves Coppens, ganador del Premio Científico de 1975 de la Fundación de Francia, desenterrando un colmillo de elefante fósil de 3 millones de años. (Foto de AFP) | Foto: AFP or licensors

Los científicos apodan dicho homínido como Lucy, en referencia a una canción de los Beatles que solían oír, Lucy in the Sky with Diamonds. Son los restos de un ejemplar de Australopithecus afarensis, de 3,2 millones de años.

Por ser bípeda, Lucy fue considerada durante largo tiempo como la “abuela de la Humanidad” y Donald Johanson sigue pensándolo. Pero para Yves Coppens y otros paleontólogos, se trata más bien de una “prima lejana” de nuestra especie.

Coppens, que se presentaba como uno de los “papás” de Lucy, realizó otras expediciones en Filipinas, Indonesia, Siberia, China y Mongolia. El paleontólogo fue codescubridor de seis homínidos.

Coppens nació el 9 de agosto de 1934 en Vannes (noroeste de Francia). Su padre era físico nuclear, pero el niño encuentra rápidamente su propia vocación. “A los siete u ocho años, quise convertirme en arqueólogo”, contó en 2016 en una entrevista con la AFP.

Esta fotografía de archivo tomada el 10 de julio de 2004, el antropólogo francés Yves Coppens posa junto a una modelo de Lucy, una australopiteco hembra, en Carnac, al oeste de Francia como parte de una exposición 'Lucy in Carnac'. (Photo by FRED TANNEAU / AFP) | Foto: AFP or licensors

El anuncio de su fallecimiento generó numerosos homenajes, oficiales y de colegas. La ministra francesa de la Investigación, Sylvie Retailleau, evocó la figura de “un investigador apasionado y apasionante, un excelente pedagogo”.

“El padre de Lucy deja muchos huérfanos”, declaró Dominique García, presidente del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap, por sus siglas en francés). Coppens, según García, tuvo un papel “público, mediático y político gigantesco” para “popularizar sus disciplinas”, agregó.

“Todos somos herederos de Yves Coppens”, dijo a la AFP Antoine Balzeau, un investigador del Centro nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) y del Museo del Hombre.

Coppens no solo se ocupaba de épocas pasadas, sino que también se preocupaba por el futuro de la Humanidad. En 2002 elaboró la Carta del Medio Ambiente, a pedido del entonces presidente francés Jacques Chirac, que fue integrada en la Constitución francesa de 2005.

Antes de su fallecimiento, confesó que seguía obsesionado por uno de los grandes misterios de la evolución: “¿cuál era el aspecto de nuestro ancestro común con los chimpancés, hace diez millones de años?”.

*Con información de la AFP.