El hecho se produjo este lunes en el hotel Petit Palace Boquería Garden de Barcelona, ubicado en la calle de la Boquería, junto a Las Ramblas. Tras la alarma de una posible explosión en el establecimiento, los huéspedes y clientes empezaron a ser desalojados. Algunos testigos presenciales señalaron que habían visto a un hombre salir del lugar al parecer herido en una de sus manos. Sin embargo, todo fue resultado del pánico generado por el ruido del uso de pirotecnia cerca al lugar y una coincidencia que generó alarma en las autoridades.
“He escuchado el ruido de cuatro petardos, y al quinto ya me ha parecido que era algo más grave. He bajado por la Rambla y ya he visto toda la zona llena ya de camiones de Bomberos”, dijo uno de los transeúntes citado por El Periódico de España.
Según información de la policía autonómica de Cataluña, que de inmediato empezó a investigar qué pudo haber producido el incidente que no registra heridos ni daños estructurales, se descartó que se haya tratado un atentado terrorista.
Al respecto, el alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle citado por el mismo medio, declaró que, en efecto, el ruido fue resultado de una detonación de los fuegos artificiales y las comparsas de la fiesta mayor de Sant Roc, que se celebra en las inmediaciones del lugar.
Según explicó a los periodistas que llegaron al lugar de los hechos, todo fue “un conjunto de casualidades que se han juntado y han generado una situación de alarma”, esto teniendo en cuenta que el hombre que salió corriendo del hotel con las manos ensangrentadas, al parecer se lastimó al romperse la mampara de su baño.
Por ese motivo, Batlle envió un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, mientras el acceso de La Rambla a la calle de la Boquería ha sido acordonado, según informa Europa Press. En la zona hay cinco vehículos de Bomberos, cuatro de Mossos, tres del Servei d’Emergències Mèdiques (SEM) y siete de la Guardia Urbana y se ha cerrado el paso de transporte público.
El establecimiento supuestamente afectado está situado justo al lado de la zona del Pla de l’Os de la Rambla, punto donde se produjo el atentado el 17 de agosto de 2017, en el que una furgoneta atropelló a la multitud y causó la muerte de 16 personas y dejó heridas a otras más, un hecho fatal para España y el mundo y que este martes cumple 4 años, motivo por el que la ciudad permanece en constante alerta ante cualquier hecho extraño.
Cabe recordar que ese incidente fue el primero de dos atentados terroristas ocurridos en Barcelona a manos de la organización yihadista Estado Islámico, donde horas más tarde, ya en la madrugada del viernes 18 de agosto de 2017, una mujer murió y otros transeúntes resultaron heridos cuando un vehículo los arrolló en Cambrils, a 120 kilómetros de la capital catalana, un hecho que culminó con un tiroteo en el que los terroristas fueron abatidos.