En medio de la tragedia presentada tras el accidente de un bus que trasportaba a 66 migrantes en Panamá y que, debido a un error humano terminó rodando por un barranco, dejando cerca de 39 personas muertas, las autoridades de ese país advirtieron este jueves que “tomará tiempo” identificar a las víctimas del que considera uno de los peores siniestros de tránsito de su historia.
De momento, se conoce que, debido a la incapacidad de la morgue local para albergar los cuerpos de las víctimas, algunos de ellos tuvieron que ser almacenados en un camión frigorífico.
Además de los cerca de 40 muertos, las autoridades también reportaron que el siniestro dejó una veintena de personas heridas después de los graves hechos que centraron la atención de los medios de ese país.
Según revelaron las autoridades, el autobús accidentado tenía como destino la frontera de Panamá con Costa Rica, y había salido desde la zona próxima al Darién, en la frontera con Colombia, ocurriendo la catástrofe referida durante horas de la madrugada del pasado miércoles.
Los hechos tuvieron lugar en una zona conocida como Gualaca, en la provincia de Chiriquí, a cerca de 400 km de Ciudad de Panamá.
Mientras las que autoridades locales han confirmado que en las víctimas figuran personas de distintas nacionalidades, incluidos colombianos, también aseguraron que en la lista de personas fallecidas se encuentra el conductor del bus, que prestaba un servicio particular y quien era de nacionalidad panameña.
El accidente se produjo cuando el autobús, tras pasarse de un lugar donde pernoctarían los migrantes, intentó girar en U, perdiendo los frenos. Las víctimas que transportaba el bus eran personas que pretendía cumplir con el sueño americano, llegando a Estados Unidos sin visa.
Según las autoridades, en el automotor se transportaban cerca de 66 personas y la ruta en la que se movilizaban había sido contratada por el gobierno en un intento por ‘canalizar’ la ola migratoria que hace tránsito por su país.
Si bien la mayoría de reportes cifra el número de víctimas metales en 39, algunas versiones la elevan a 40.
De acuerdo con las autoridades, además de migrantes colombianos, en el referido bus también se transportaban ciudadanos provenientes de Ecuador, Haití, Venezuela, y Cuba.
Precisamente, desde la Cancillería de Ecuador se afirmó que una gran porción de los afectados eran nacionales de su país, estimando que en el bus viajaban al menos 22 ecuatorianos.
Sobre el proceso de identificación de los cuerpos de las víctimas, autoridades de Panamá han advertido que uno de los factores que dificulta tal tarea es la inexistencia de datos ante-mortem, o registros que dieran cuenta de las identidades de los viajeros, lo que dificulta las tareas de Medicina Legal y la Fiscalía.
En ese sentido, han abogado para que los familiares de las presuntas víctimas, a través de las autoridades de sus países pueden entregar muestras de ADN que sirven para los correspondientes cotejos.
En ese sentido, otros de los elementos que servirían para el cotejo y el proceso de identificación son precisamente los registros dactilares, las cartas dentales, entre otros.
Sobre el número de víctimas, en declaraciones recogidas por medios internacionales, las autoridades locales advirtieron que la falta de precisión también se deriva de que algunos de los cuerpos de las víctimas sufrieron desmembramientos, advirtiendo que las actas de levantamiento dan cuenta de 37, pero los datos señalan que serían 40 las víctimas.
Si bien en varios países de procedencia de las víctimas se ha especulado sobre el número de sus nacionales afectados, Panamá advierte que si bien no han sido identificadas las víctimas, mucho menos sus nacionalidades.
No obstante, en el caso colombiano, la Cancillería confirmó que algunos nacionales han resultado muertos.
Por su parte, la Cruz Roja de Panamá, ayudó en los procesos de almacenado de los cuerpos de las víctimas mortales, y adelanta gestiones para el contacto de las familias de las presuntas víctimas.
Según datos recogidos por la Agencia AFP, en 2022 atravesaron el Darién 248.000 personas, la mayoría venezolanos.
La cifra de 2023 estima que, de momento la selva ha sido cruzada por 37.000 migrantes, de los cuales el 20% se presume son niños.
*Con información de AFP