Brasil sigue conmocionado por la asonada de manifestantes que ingresaron a la fuerza a las tres sedes del Ejecutivo como muestra de descontento por la llegada al poder del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Las investigaciones continúan en cabeza de Alexandre de Moraes, juez del Tribunal Supremo de Brasil (TSF), quien le ha dado 24 horas a la Procuraduría General de la República para que responda a la petición de suspensión de toma de posesión de once diputados brasileños que habrían participado en el asalto a la sede de los tres poderes el pasado 8 de enero.
Anteriormente, la Fiscalía de Brasil le había solicitado al TSF que investigara a tres diputados bolsonaristas por “incitar a actos antidemocráticos” tras el asalto a la sede de los tres poderes.
Según la petición, los tres diputados son sospechosos de “incitar a actos de violencia y vandalismo” a través de “publicaciones en redes sociales antes y durante las invasiones”, lo que podría constituir el delito de “incitación pública al delito”.
En medio de las investigaciones, el presidente del Partido Liberal de Brasil, Valdemar Costa, aseguró que se encontraron borradores de un decreto golpista en la residencia del exministro de Justicia Anderson Torres y que habían estado circulando por todo el entorno de Bolsonaro antes de la toma de posesión de Lula da Silva.
En las últimas horas, Flavio Bolsonaro, hijo del exmandatario brasileño, aseguró que su padre no tiene ninguna responsabilidad con la asonada y que “no existe previsión” sobre su regreso de Estados Unidos.
“No hay nada jurídicamente que implique a (Jair) Bolsonaro. El poder judicial no es lugar para un juicio político. Él está con mucha tranquilidad porque sabe que no existe cómo vincularlo a ningún acto criminal”, dijo el actual senador de Brasil.
“Bolsonaro siempre ha gobernado pensando en los brasileños, ha continuado con obras paralizadas priorizando a los nororientales, que fueron abandonados durante más de una década por el gobierno del PT. Luiz Inácio simplemente no tiene dinero para lo que es prioritario, pero cuando se trata de acariciar a sus amigos, el dinero reaparece”, dijo el hijo del presidente días antes de su intervención ante la prensa
“Si una persona que viste una camiseta de Bolsonaro va a la calle a hacer algo indebido, se la debe responsabilizar, no a Bolsonaro. No tiene poder sobre esas personas”, agregó el hijo mayor del expresidente.
Estas declaraciones fueron dadas a diferentes medios de comunicación luego de que uno de los jueces que investiga la irrupción del 8 de enero en el congreso incluyera a Jair Bolsonaro en la pesquisa para esclarecer los hechos.
Una de las pruebas es un video que compartió el expresidente Jair Bolsonaro en redes sociales en el que cuestiona la transparencia de las elecciones que se llevaron a cabo en octubre del 2022, donde fue derrotado por una estrecha diferencia por Lula da Silva.
Flavio dijo que los abogados de su padre están “mirando técnicamente” los procesos en su contra.
“Puede ser mañana, o de acá a seis meses, o puede no volver nunca. No hay previsión”, explicó el senador, que añadió que su padre está ”relajado " de ”vacaciones “.
Cabe recordar que Bolsonaro se encuentra bajo supervisión médica después de una decaída en su estado de salud, a raíz de los fuertes dolores abdominales que le dejó el ataque a cuchillo que sufrió en el 2018 en la región abdominal durante un acto de campaña en Minas Gerais.
El pasado jueves 26 de enero Michelle Bolsonaro, esposa del exmandatario aterrizó en Brasilia después de haber estado desde el 30 de diciembre en Estados Unidos con su esposo.
Antes que Michelle Bolsonaro, la hija que tienen en común ya regresó a Brasil para volver a clase tras las vacaciones de Navidad, cuenta el diario O Globo. Quien sí permanece junto al expresidente es uno de sus hijos, Carlos Bolsonaro.
Tras ataques de seguidores de Bolsonaro, Lula sigue con la purga de militares
El Gobierno de Brasil dispensó a 13 militares que integraban un gabinete de seguridad de la Presidencia, profundizando la reforma ordenada por el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva en el Ejecutivo, tras la violencia desatada por partidarios del exgobernante ultraderechista Jair Bolsonaro, el 8 de enero en Brasilia.
El anuncio fue publicado en el Diario Oficial de la Unión el pasado miércoles 18 de enero, un día después de que otros 40 militares fueran también apartados de sus funciones en la residencia presidencial, el Palacio de la Alvorada, en la capital.
Los uniformados separados integraban el Gabinete de Seguridad Institucional, responsable de asistir al presidente en labores de seguridad nacional y política de defensa. Los cambios ocurren una semana después de que el mandatario de izquierda, de 77 años, manifestara su desconfianza sobre algunos uniformados que cumplían funciones auxiliares en las sedes de gobierno.
El dignatario dijo entonces que estaba convencido de que hubo complicidad interna en la invasión del 8 de enero, ocurrida exactamente el día en que cumplía una semana de regresar al poder por tercera vez en su trayectoria.
La reforma en el entorno más cercano de Lula tiene lugar en momentos en que avanzan las investigaciones para determinar quién participó, organizó y financió la violenta invasión a los edificios de la Presidencia (Palacio de Planalto), el Congreso y la Corte Suprema.
Con información de AFP y Europa Press*