Una familia australiana vivió un aterrador momento en un restaurante italiano de Perth cuando, en lugar del jugo de arándano que habían pedido para sus hijas, les sirvieron un peligroso insecticida. El incidente, que ocurrió el pasado 28 de junio en el restaurante Mickey’s, puso en alerta a las autoridades sanitarias y generó gran preocupación entre la comunidad.
Marcus y Michelle Lemin, junto a sus hijas Hannah (11 años) y Olivia (12 años), disfrutaban de una cena en el restaurante cuando las pequeñas pidieron jugo de arándano. Al recibir las bebidas, las niñas dieron un trago y de inmediato notaron que algo no estaba bien.
“Mis hijas simplemente fueron a tomarlo y ambas escupieron el jugo de arándano y dijeron ‘está envenenado’”, relató Michelle Lemin al New York Post. “Yo dije que no sean tontas, tomé el vaso, fui a tomarlo y luego lo escupí.”
La familia describe que el líquido tenía un sabor repugnante y que las niñas entraron en pánico. Tras escupir la bebida, Marcus Lemin tomó el vaso y lo olió, percatándose de un fuerte olor a citronela. De inmediato, exigió ver la botella de donde provenía el líquido, pero los empleados del restaurante inicialmente se negaron, asegurando que se trataba simplemente de “jugo de arándano añejo”.
Ante la insistencia de Marcus, finalmente un empleado del restaurante les entregó la botella del refrigerador de bebidas. Para horror de la familia, la etiqueta indicaba que se trataba de un insecticida a base de citronela y bifentrina, e incluso incluía una advertencia de peligro.
“El gerente no quería darle la botella a mi esposo y otro camarero se levantó y les dijo a todos que todo estaba bien”, comentó Michelle.
La familia, presa del pánico y con la evidente gravedad de la situación, se dirigió de inmediato al hospital. Allí, Hannah y Olivia fueron atendidas por presentar diversos síntomas como ardor en el estómago, temblores en las extremidades, dolores de cabeza y náuseas. Afortunadamente, no se reportaron daños graves a su salud, pero la experiencia sin duda dejó un trauma en las pequeñas.
Tras el incidente, la familia Lemin presentó denuncias ante el Departamento de Salud y el Ayuntamiento de Perth. Las autoridades iniciaron una investigación para determinar cómo pudo ocurrir este grave error y deslindar responsabilidades.
Por su parte, el restaurante Mickey’s emitió un comunicado en el que asegura que el incidente está siendo investigado a fondo. Un miembro del personal del restaurante declaró a 9News que la situación era “muy preocupante” y que se comprometen a colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos.