Los juegos olímpicos de invierno en China serán inaugurados el próximo 4 de febrero. A pesar de que el presidente Xi Jinping prometió dar un espectáculo, el periodo previo al inicio de los juegos ha sido controversial. Varios países occidentales, entre los que resalta Estados Unidos, realizaron, y han mantenido, un boicot diplomático a China. Este país dio a conocer el año pasado su decisión de no enviar delegados a los juegos olímpicos. Al boicot se sumaron países como Australia y Canadá.

El principal argumento del boicot es la denuncia al genocidio de la minoría uigur en la provincia de Xinjiang, al suroeste de China. Estados Unidos y sus aliados han denunciado graves violaciones de Derechos Humanos en la región, entre las que resalta la presunta existencia de campos de trabajo destinados a encerrar y “reeducar” a esta población. Hace unas semanas, el parlamento francés y países europeos denunciaron la situación.

China, por su parte, ha argumentado que lo que hay en la provincia de Xinjiang es una guerra contra el terrorismo y que, en ese sentido, la labor del gobierno ha sido la de reducir el extremismo religioso presente en la región.

A las polémicas alrededor de estos juegos olímpicos, se suman las recientes declaraciones del gobierno estadounidense, que advirtió graves riesgos de ciberseguridad en las justas. En un comunicado publicado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), se advirtió la posibilidad de que ciberdelincuentes se aprovechen del evento masivo para realizar ataques.

El FBI advirtió a las corporaciones y empresas asistentes a los juegos la posibilidad de que sus datos e información corporativa fueran atacadas. De igual manera, pidió a los deportistas y a personas asistentes no usar sus teléfonos personales, sino hacer uso de celulares “desechables” para así evitar el riesgo de fuga de información personal.

El informe del FBI dice que, a pesar de que no se tiene certeza de una amenaza específica o de un plan orquestado de antemano, recomienda a distintas autoridades y a las personas asistentes mantenerse vigilantes.

Según informa la cadena de noticias BBC, el grupo de ciberseguridad de la universidad de Toronto, llamado “Citizen Lab”, también habría advertido sobre los riesgos de ciberseguridad presentes en los juegos olímpicos de invierno. El grupo habría realizado un análisis a la aplicación oficial de los olímpicos, de obligatoria descarga para los asistentes, y encontró posibles brechas de seguridad en los datos personales de los usuarios y fallas en la encriptación de los mensajes, lo que permitiría que estos pudieran ser vistos por terceros.

“Las actividades maliciosas también podrían tener efecto en otros ámbitos, desde las retransmisiones de medios de comunicación de los Juegos hasta amenazas a hospitales, tráfico, pasarelas de acceso o sistemas de seguridad” dice el FBI en el comunicado.

La entidad utilizó como ejemplo de su advertencia los acontecimientos de los juegos olímpicos de invierno en Pyeongchang, en Corea del Sur. Durante este evento, la página web oficial de los juegos olímpicos estuvo caída durante un tiempo y los reporteros presentes en el lugar tuvieron graves problemas de cobertura.

Ciberseguridad (Foto Getty) | Foto: Getty Images

Análisis posteriores a este ataque mostraron que un grupo de hackers, presuntamente provenientes de Rusia, habrían instalado un virus que tenía como objetivo robar información y destrozar los sistemas de retransmisión de los juegos. El ataque fue tan poderoso que el virus fue bautizado como ‘Olimpic Destroyer’ (destructor olímpico).

La alerta en China crece debido a que los juegos olímpicos contarán con varias plataformas de retransmisión ya que, por normas sanitarias implementadas a raíz de la covid-19, los juegos no contarán con espectadores presenciales. Esto hace que el evento sea más vulnerable y lo convierte en el foco de atención de posibles atacantes.

El gobierno chino, por su parte, descartó las críticas y preocupaciones por la seguridad.