Una de las series más aclamadas de Netflix en los últimos días es Misterios sin resolver. Estrenada el pasado 1 de julio, se trata del remake del programa de la tv estadounidense del mismo nombre transmitido a mediados de los 80 que expone casos de asesinatos, desapariciones o misterios en general que las autoridades no han podido explicar.
En esta ocasión, Netflix presenta a su audiencia seis episodios con enigmas de todo tipo. Uno de los casos que más ha generado teorías e indignación en redes sociales es el expuesto en el cuarto capítulo, titulado Sin vuelta a casa, que presenta la muerte del joven afroamericano Alonzo Brooks en Kansas. El documental, de 46 minutos, narra que después de una fiesta nadie volvió a ver a Alonzo con vida y solo un mes después su familia encontró su cuerpo junto a un río, en el sitio exacto donde la Policía local y el FBI lo buscó varias veces.
Muchos creen que su muerte se debe a un delito de odio racial, pero hay varias inconsistencias en los testimonios de sus amigos, que al parecer lo abandonaron, según ellos sin intención, en una fiesta a 80 kilómetros de su hogar y rodeado de extraños. Los hechos sucedieron en un pequeño condado de Kansas conocido como La Cygne, que según el censo de 2010 tiene una población de 1,149 habitantes, predominantemente de raza blanca. Hasta una granja de esa pequeña población en el centro de Estados Unidos llegaron Alonzo y sus amigos para asistir a una fiesta a la que fueron invitados la noche del 4 abril de 2004.
Durante la celebración el joven de 23 años se vio involucrado en un breve altercado con un hombre que, al parecer, lo quiso agredir en un ataque racista. Sin embargo, sus amigos los separaron y la reunión continuó como si nada. Hacia las 11:00 de la noche, uno a uno sus compañeros se fueron despidiendo, creyendo que un sujeto identificado como Adam llevaría a Alonzo a su casa al final de la noche. Sin embargo, a la mañana siguiente nadie sabía dónde estaba Alonzo. Así inicia el capítulo de Misterios sin resolver que llevó a que el FBI reabriera el caso de Alonzo Brooks tras recibir en los últimos días al menos dos pistas creíbles sobre lo que sucedió esa noche.
El pasado 11 de junio, autoridades estadounidenses anunciaron la reapertura de la investigación y emitieron una recompensa de 100.000 dólares por información relacionada con la muerte de Brooks, que al parecer fue un homicidio, aunque no se han encontrado elementos que lo prueben. El caso avanzó en la última semana pues este miércoles 22 de julio investigadores federales en Kansas exhumaron el cuerpo de Brooks del cementerio de Topeka, Kansas, para ahondar en las causas exactas del deceso, ya que el estudio forense que se hizo años atrás no encontró una razón concluyente pues al parecer no se había ahogado, pero tampoco recibió golpes ni presentaba heridas.
En un comunicado de prensa, el FBI explicó que “desde el principio, hubo rumores de que Brooks había sido víctima de un juego sucio. Algunos dijeron que Brooks pudo haber coqueteado con una chica, algunos dijeron que hombres blancos borrachos querían pelear contra un hombre afroamericano, y algunos dijeron que los sujetos blancos racistas simplemente se molestaban ‘con la presencia’ de Brooks”. En su anuncio de recompensa, el FBI recomienda a cualquier persona con información que llame a la oficina de la entidad en Kansas City al 816-512-8200, a la línea directa de consejos al 816-474-TIPS o envíe un consejo en línea en "tips.fbi.gov", a fin de esclarecer los hechos y darle punto final a un caso que ha estado abierto durante 16 años.