La vida de la destituida fiscal Luisa Ortega ha cambiado drásticamente en pocos meses. Ella pasó de ser una de las mujeres de confianza del régimen chavista a ser una “traidora”, según el Gobierno de Maduro. Tuvo que salir de Venezuela por la puerta de atrás, justo después de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente. Aterrizó en Colombia con un maletín lleno de información –su carta más fuerte contra el Gobierno- con el que puso a temblar tanto a Maduro como a Diosdado Cabello. Ortega es la cabeza más visible del llamado chavismo crítico, sus raíces son revolucionarias, sin embargo no comulga con el Gobierno. Ahora se dedica a tejer una red lo suficientemente resistente que le ayude a sostenerse y demostrar que Venezuela está corroída por la corrupción y que hay una sistemática violación de los derechos humanos.Le puede interesar: Parto en sillas de un hospital: el síntoma denigrante de la crisis en la salud venezolana Precisamente sobre eso decidió hablar el pasado martes en la Universidad del Rosario. “Yo quiero que ustedes sepan que en Venezuela no hay Estado de derecho, no hay democracia y tampoco hay libertades", dijo Ortega frente a un auditorio lleno de estudiantes. La fiscal, que recibió tantos casos de abuso de autoridad durante los cuatro meses de protestas, explicó que en Venezuela hay un estado de negación de la realidad. "El Gobierno ejerce un férreo dominio del poder judicial hasta el punto de convertirlo en el principal brazo ejecutor de las acciones persecutorias a la población civil por razones políticas o ideológicas", sentenció. Pero tal vez el punto más álgido de la conferencia se dio cuando llegó el momento de las preguntas. La voz era para los estudiantes que, muy incisivos, se pusieron de pie y cara a cara con la fiscal pusieron sobre la mesa temas que ella omitió. “Usted está buscando ayuda a Estados Unidos que en este momento es un país que tiene una lógica xenófoba con los latinos, que es muy agresivo en especial con Venezuela, y que Hugo Chávez lo declaró como enemigo. ¿Por qué no busca ayuda en un país más neutral como Alemania?”, cuestionó uno de los estudiantes, justo cuando se dice que el Departamento de Estado le negó a la fiscal la entrada a Estados Unidos.Puede leer: Nadie se imaginó lo que iba a pasar en Venezuela después de Chávez: Alberto Barrera Tyszka Ortega, contundente, lo desmintió: “Hay una información errada, porque yo la ayuda que le pido es a Colombia, es al primer país que llego, en el que me siento identificada”. Sin embargo, dijo que Venezuela necesita la ayuda de todos los países, y si “los norteamericanos, los colombianos, los africanos, son quienes nos van a ayudar en esto bienvenidos”.Escucha"E36 “Moreno nos caía de sorpresa a todas partes”: Bustos" en Spreaker.(Escuche en los primeros minutos del podcast los audios de la conferencia de Luisa Ortega) El micrófono llegó a manos de una joven que, sabiendo que Ortega fue afecta al chavismo, le preguntó si las irregularidades en contratación fueron un fenómeno exclusivo del régimen de Maduro. Le sugerimos: Maduro desesperado “El día en que los delitos no ocurran estamos ante leyes naturales. Si está tipificado un delito es porque esa conducta ocurre y la sociedad tiene la necesidad de regularla, en consecuencia se crean leyes. En todos los gobiernos y Estados hay corrupción, de los distintos tipos penales. Por supuesto sí los hubo, y los habrá”, aseguró Ortega sin dar más detalles, y acto seguido dijo: "Yo no sé quién decide quién pregunta".Pero las preguntas incisivas no pararon. Con una voz suave otra estudiante cuestionó: “¿Por qué esperó tanto para hablar de lo que estaba ocurriendo en Venezuela, si sucede desde el 2007?”. La fiscal en un tono seco aclaró que en ese año ella todavía no era fiscal, sin embargo, invitó a la estudiante a revisar medios de comunicación de la época. “Recientemente encontré uno en El Nacional -de 2009-2010- cómo yo fustigué la actuación policial. Busca los titulares. Yo soy garantista de los derechos humanos, mi estructura mental es de respeto a los derechos humanos. Soy una demócrata, me gusta la paz. La primera que salió a denunciar la Operación de Liberación del Pueblo (OLP) fui yo”, aseguró Ortega.Aun cuando se veía que la fiscal no se sentía del todo cómoda respondiendo las preguntas, el auditorio seguía expectante y activo. El dedo en la llaga lo puso un estudiante cuando le dijo a Ortega que ella fue “perseguidora y acusadora de Leopoldo López y Antonio Ledezma”, y le reclamó cuándo iba a “decir de su boca todos los delitos de derechos humanos cometidos contra ellos”. Ortega entonces decidió responder como docente, explicó en qué consistía el sistema penal acusatorio, cuál era el debido proceso, quién actuaba. Después dijo que como fiscal ordenó “una medida de protección a favor de la esposa de ese ciudadano (Lilian Tintori), porque yo consideraba que sus derechos humanos se le estaban vulnerando”. Y que además, durante su gestión ella había luchado para garantizar que los presos contaran con su abogado de confianza. Para rematar le dijo a la joven: “Entonces es bueno informarse”.Desde el atrio Ortega esperaba la siguiente pregunta. Esta también cuestionaba su gestión. La estudiante le preguntó por un informe que aseguraba que el presidente Maduro y la Fiscalía dijeron en su momento que durante las manifestaciones de 2014 no se violaron los derechos humanos. “No, cuando se violaron los derechos humanos en 2014 durante mi gestión yo lo dije claramente. Casos concretos los podemos hablar perfectamente”, explicó la exfiscal.En ese momento Ortega pidió que la siguiente fuera la última pregunta y así fue. Un estudiante quería saber si Ortega tenía la fórmula para que Venezuela saliera de la crisis. Ella sonrió y dijo: “Yo sé cuál es (...) a veces me provoca despojarme y decirle a todos los venezolanos cuál es la línea, qué es lo que hay que hacer. Uno de estos días voy a despertarme y voy a empezar a llamar a los venezolanos para decirles", sin embargo, prefiere mantenerlo en secreto."Estoy llamando a votar": dijo la fiscal de Venezuela, Luisa Ortega, en su intervención sobre DDHH en Bogotá pic.twitter.com/YFggp03LXd— Revista Semana (@RevistaSemana) 10 de octubre de 2017