El fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, acusó al expresidente de Estados Unidos Donald Trump de crear “falsas expectativas” sobre su presunta detención esta semana en el marco de una investigación sobre el presunto soborno pagado a la actriz porno conocida como Stormy Daniels para comprar su silencio.
Además, arremetió contra un grupo de congresistas republicanos que han solicitado a la Fiscalía información sobre esta supuesta detención en una carta en la que se pide la comparecencia de Bragg a tenor del “abuso sin precedentes de la autoridad fiscal” que estaría a punto de llevar a cabo con “la acusación de un expresidente y actual candidato declarado”.
“A la luz de las graves consecuencias de sus acciones, esperamos que testifique sobre lo que claramente parece ser una decisión fiscal políticamente motivada”, sostuvieron los congresistas, que lo acusan de ser imparcial.
Según indicó Bragg, esta misiva “solo fue enviada después de que Trump creara la falsa expectativa de que sería arrestado al día siguiente y después de que sus abogados le sugirieran que interviniese”. “No hay base legítima para una investigación del Congreso”, ha puntualizado en respuesta a los diputados, según informaciones de la cadena de televisión CNN.
En este sentido, instó a las partes a reunirse para “entender en mayor medida qué información podría facilitar la Fiscalía que esté relacionada con un interés legislativo legítimo” por parte de los congresistas.
La semana pasada Trump alertó a través de sus redes sociales de que, según filtraciones, sería detenido esta semana, por lo que pidió a sus seguidores salir a la calle y protestar.
Un fiscal que podría hacer historia
lvin Bragg se convirtió en el primer fiscal afroamericano en ser elegido al frente del Ministerio Público de Manhattan y ahora podría pasar a la historia como el primero en inculpar a un antiguo presidente de Estados Unidos.
Elegido en noviembre de 2021 como fiscal de distrito en las urnas, heredó la investigación penal contra Donald Trump por el pago de 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels, para comprar su silencio por una supuesta relación sexual, en la recta final de la campaña presidencial de 2016.
En el cargo desde el 1 de enero de 2022, Bragg, nacido hace 49 años en Harlem, norte de Manhattan, habitado principalmente por latinos y negros, se dio a conocer por sus posiciones progresistas en materia penal y represiva: buscar alternativas a la prisión para los autores de delitos menores y hacer hincapié en los delitos de cuello blanco y financieros.
La agresividad de la policía neoyorquina en el barrio cuando era adolescente en los años 1980, forjó su visión de la justicia.
En una entrevista con la revista American Prospect en 2021 aseguró que se había visto “profundamente afectado por el sistema de justicia penal, en particular por tres detenciones a punta de pistola por parte de la policía de Nueva York durante controles inconstitucionales”.
“Sin confianza no hay seguridad”
“No se puede tener seguridad pública plena sin confianza”, dijo Bragg, que se formó en Harvard y trabajó para el fiscal general de Nueva York y para el Ministerio Público del sur de Manhattan.
Sus comienzos como fiscal de distrito no fueron fáciles. Pocos días después de asumir el cargo, Bragg anunció que no perseguiría delitos menores y trataría de pedir penas de cárcel solo para los delitos más graves.
Un mes después, se vio obligado a revisar su política tras la reacción furibunda del Departamento de Policía de Nueva York y las críticas del alcalde demócrata Eric Adams, que llegó al cargo prometiendo mano dura contra la delincuencia.
Bragg también fue objeto de críticas por su supuesta indecisión sobre la investigación a Trump, que su predecesor en el cargo Cyrus Vance había iniciado en 2018.
Dos fiscales principales abandonaron la investigación sobre los negocios de Trump en febrero de 2022, poniendo en duda el futuro de la investigación.
*Con información de AFP y Europa Press.