Este lunes se escribió un nuevo capítulo en el marco del escándalo de corrupción que rodea a la familia presidencial de Perú, luego de que, en el marco de las investigaciones que cursan en contra de Pedro Castillo Terrones, y más exactamente de su esposa, Lilia Paredes, el Ministerio Público, o Fiscalía de ese país, anunciara la imposición de una medida preventiva que impedirá a la primera dama, la salida del país por espacio de 36 meses; lo que traduce en tres años.

La medida, impuesta a petición del Equipo Especial contra la Corrupción del Poder, también se ha hecho extensiva a otros miembros de la familia Castillo Paredes, entre los que se cuentan dos de los cuñados del mandatario: Walter y David Paredes, al igual que otras personas involucradas en el caso que es materia de investigación, como el empresario Hugo Espino; según detalla la orden retomada por medios locales.

La medida que impedirá a Paredes su salida del país responde a un proceso que actualmente cursa en su contra como presunta parte de una empresa criminal, de la que se acusa a Castillo como cabeza, en la que además toman parte algunos empresarios y alcaldes de zonas de provincia, señalados del tráfico de influencias, colusión y lavado de activos.

Precisamente, en el marco de esa investigación, actualmente se encuentra detenida otra de las hermanas de Paredes, una joven identificada como Yenifer, quien se entregó a las autoridades tras un proceso de búsqueda al interior de la casa presidencial.

Sobre la medida, que fue dada a conocer este lunes, ya había advertido el presidente Castillo Terrenos, quien el pasado viernes, a través de una serie de trinos había afirmado que “con mentiras de supuesta fuga, se pretende montar una solicitud de impedimento de salida del país contra mi esposa”.

En aquellos trinos, Castillo Terreros había salido en defensa de su esposa afirmando que “no se puede fugar, aquel que es inocente”, sentenciando que su esposa no tenía planes de huir del país porque, además de que “no hay nada que temer”, en el país también están “su familia, sus hijos, sus hermanos”.

En su momento, Castillo quiso salir al paso a las acciones judiciales, asegurando que “mi esposa está dispuesta a esclarecer las acusaciones que han creado en su contra y de forma voluntaria, entregará su pasaporte”, sentenciando que ella no teme a la imposición de restricciones a salir de su país.

Refiriéndose a la situación que actualmente vive su familia por cuenta de la detención de su cuñada Yenifer, a quien se refiere como ‘hija’, Castillo afirmó que la mujer está viviendo “los peores momentos de su vida”, lamentando que, en el marco de las acciones judiciales hubiese sido apartada de su familia.

En ese sentido, Castillo, quien actualmente atraviesa su sexta investigación preliminar en la Fiscalía desde que asumió el poder, se ha referido a los procesos judiciales que cursan en su contra y la de su familia, como estrategias de la oposición, impulsadas desde los medios de comunicación, para frenar su proceso de cambio y gobierno, recordando que él no hace parte de la clase política tradicional de su país.

El pasado jueves, el presidente Castillo también se había referido a la situación de investigaciones en contra de sus familiares, y afirmó a través de sus redes sociales que “sigue el hostigamiento. Hostigamiento judicial, penal, no les importa quebrar a la familia. No les importa dejar a nuestros hijos huérfanos. Se ha diseñado una situación con la finalidad de quebrarnos”.