China lanzó el jueves de la semana pasada el primero de varios módulos con los que proyecta construir su propia estación espacial, la cual se prevé que esté lista para finales de 2022, en el marco de un ambicioso programa espacial liderado por la potencia asiática que requerirá otras 10 misiones adicionales para completar el proyecto en la fecha estipulada.
No obstante, esta semana se conoció que los restos del cohete chino Long March 5B regresarán sin control a nuestro planeta luego de haber estado en órbita desde su reciente lanzamiento, lo que ha encendido las alarmas internacionales al desconocer el lugar exacto en el que caerán los restos de la aeronave de 50 metros de altura.
Este viernes se reveló la primera imagen de la aeronave espacial mientras se encontraba aproximadamente a 700 kilómetros del telescopio que lo captó desde la Tierra. La fotografía fue tomada por el proyecto europeo de telescopios operados a distancia conocido como Europe’s Virtual Telescope Project.
Uno de los astrónomos del proyecto, llamado Gianluca Masi, explicó a través del portal web de la organización que la imagen fue tomada por una unidad del telescopio robótico Elena y que el movimiento del aparato fue “excepcionalmente rápido”, es decir, con una duración de 0,3 grados por segundo en la captura.
También confirmó que mientras se tomó la fotografía “el sol se encontraba solo unos grados por debajo del horizonte, por eso el cielo fue increíblemente brillante” y que “esas condiciones hicieron la toma de imágenes bastante extrema”, aunque finalmente se logró el objetivo de identificar al cohete Long March 5B.
¿Cuándo y dónde caerán los restos del cohete?
El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Mike Howard, aseguró recientemente que el “punto exacto de entrada (del cohete) a la atmósfera de la Tierra” no se puede establecer hasta dentro de unas horas”.
Algunos medios de comunicación estadounidenses han informado que se prevé que la fecha exacta sea el próximo sábado 8 de mayo, mientras se conoció que el Escuadrón de Control Espacial número 18 de Estados Unidos entregará actualizaciones diarias sobre la ubicación del cohete por medio del sitio web Space Track.
No obstante, el astrónomo Masi señaló que se espera que el cohete entre a la atmósfera terrestre el próximo 9 de mayo, aunque resaltó que la proyección puede cambiar “a medida que nos acercamos al evento”.
Masi agregó que a pesar del gran tamaño de los escombros (22 toneladas, con 30 metros de largo y 5 de ancho), ”es poco probable que esto ocasione daños serios”. Al respecto, la prensa oficialista china ha asegurado que son pocas las posibilidades de que los escombros generen daños o pérdidas humanas y, por el contrario, han indicado que “se ha exagerado la noticia”.
“No creo que la gente deba tomar precauciones. El riesgo de que haya algún daño o de que golpee a alguien es bastante pequeño. No es despreciable, podría suceder, pero el riesgo de que te golpee es increíblemente pequeño”, afirmó a la cadena CNN Jonathan McDowell, experto del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard.
En lo que coinciden las autoridades espaciales es que se tratará de una de las mayores entradas no controladas de una estructura de ese tipo en toda la historia, por lo que esperan que el suceso no genere riesgos para ninguna zona poblada.
De hecho, algunos expertos han planteado que la inclinación orbital del Long March 5B indicaría que el cuerpo del cohete podría entrar a la Tierra por una región ubicada al norte de Nueva York, Madrid o Pekín, y al sur de Chile y Wellington en Nueva Zelanda. Si las proyecciones se cumplen, el cohete podría hacer su reentrada en cualquier punto dentro de esta zona.