Las autoridades de Francia activaron este viernes por la mañana avisos sonoros en los teléfonos móviles de toda la población en nueve departamentos de la zona sureste del país y de la isla de Córcega para simular un potencial tsunami en el Mediterráneo, con el objetivo de probar un sistema que el Gobierno prevé clave en caso de amenaza real por terremotos en la zona.
El sistema nacional de alerta e información, FR-Alert, ya había avisado de que todos los móviles, también los que estuviesen en silencio, sonarían entre las 10.00 y las 10.30 en los departamentos de Alpes Marítimos, Var, Bocas del Ródano, Gard, Hérault, Aude, Pirineos Orientales, Alta Córcega y Córcega del Sur.
Las autoridades han aclarado que los ciudadanos no tienen que realizar ninguna acción específica ni alertar a los servicios de emergencia. Tampoco se activarán otros sistemas que teóricamente sí deberían funcionar en caso de una alerta de tsunami, como las sirenas en las calles.
No obstante, sí han aprovechado para recordar que, si el Gobierno avisa en algún momento del ascenso repentino del nivel del mar o de la llegada de una gran ola, la población debe ser consciente de que tiene que acudir, cuanto antes, a pie a una zona alta, dejar incluso a los hijos en la escuela y permanecer en un lugar seguro hasta que la situación se considere controlada. Para quienes estén en el mar, las autoridades aconsejan ir mar adentro.
Declaran en Japón el “desastre de emergencia” por el terremoto de Año Nuevo que dejó 232 muertos
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, declaró este viernes el “estado de emergencia” por el terremoto de magnitud 7,6 en la escala Richter registrado el día de Año Nuevo en la península de Noto, en el centro del país, y que se ha saldado con 232 muertos hasta el momento.
Las autoridades indicaron que la medida se tomó en el marco de la Ley de Reconstrucción ante Desastres a Gran Escala, según informaciones de la agencia japonesa de noticias Jiji Press.
Las autoridades han elevado recientemente la cifra de muertos, antes situada en 222, al tiempo que han señalado que 22 personas siguen en paradero desconocido desde que se produjo el seísmo, que ha afectado significativamente a la prefectura de Ishikawa.
Se estima que cientos de personas continúan aisladas debido a que las carreteras han sufrido graves daños. Además, las autoridades locales han alertado de que las duras condiciones en los centros de evacuación, donde han obtenido refugio miles de personas, suponen un peligro para salud de los presentes.
Cabe señalar que, en esa misma zona, se produjo un nuevo terremoto, más exactamente frente a la costa del mar de Japón, nueve días después de la emergencia.
En esa ocasión, miles de rescatistas se enfrentaron a caminos bloqueados y al mal tiempo para despejar los restos y alcanzar a las casi 3.500 personas atrapadas en comunidades aisladas.
Desde el sismo del primero de enero se han registrado más de 1.200 réplicas y justo el pasado 9 de enero, un terremoto de magnitud 6 alarmó a los habitantes del país nipón, pero no desencadenó una alerta de tsunami, dijeron las autoridades niponas. El servicio geológico de Estados Unidos calibró la magnitud de este último sismo en 5,8.