El gobierno francés en cabeza de Emmanuel Macron presionó este martes a los grupos energéticos para que ayuden a enfrentar el aumento de precios a las pequeñas empresas, especialmente a los panaderos que denuncian una “catástrofe” y llaman a protestas el próximo 23 de enero.
De acuerdo con el diario Le Figaro son cerca de 33.000 los panaderos de Francia, que buscan una solución urgente al problema del incremento de las facturas de la luz.
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, y su ministro de Economía, Bruno Le Maire, anunciaron una serie de medidas para atajar las consecuencias económicas del aumento de la energía, dirigidas a este tipo de negocios.
Las medidas incluyen el aplazamiento en el pago de impuestos, de las cotizaciones sociales e incluso de facturas.
El ministro de economía anunció que debido a que “los proveedores (de energía) no ayudan lo suficiente a los panaderos”, estos podrán rescindir sin cargos los contratos, en caso de un aumento “prohibitivo” de precios.
La inflación en Francia es cercana al 6%, un factor que dificulta aún más la situación de los empresarios.
El presidente de la patronal del sector panadero, Dominique Anract, destacó las medidas ya aplicadas por el gobierno tras una reunión en el ministerio de Economía, pero aclaró que son insuficientes ante un aumento “por 10 o 12″ veces de la factura energética.
De acuerdo con declaraciones de Anract que difunde el diario Le Figaro, el gobierno no puede permanecer sordo ante el desorden de una profesión “Que atiende a 12 millones de clientes al día, y forma parte de la vida de los franceses”.
“No tenemos una gran esperanza de vida si el Estado no se mueve para regular estas tarifas”, aseguró a la AFP Nadège Amaté, una mujer de 34 años, dueña de una panadería-pastelería en Lons-le-Saunier al este de Francia.
Según el medio francés La Tribune, Le Maire habría declarado que en caso de que las empresas de energía no colaboren con los panaderos, el gobierno podrá tomar aún más sanciones: “Siempre podemos tomar más de los proveedores de energía de lo que hacemos hoy “ amenazó Le Maire.
Hornos eléctricos
En el caso de Amaté su situación es difícil, considerando que su horno es eléctrico. Desde el pasado mes septiembre, la empresa de energía Engie les factura 2.700 euros cada dos meses, un poco más de 13 millones, lo cual ha significado un notable incremento teniendo en cuenta que antes pagaban 1.500 euros cada tres meses, es decir alrededor de 7,7 millones.
En el caso de esta panadera estaría pagando actualmente un valor mensual por electricidad de 6,5 millones de pesos, frente a un valor de cerca de 2,5 millones, que pagaba hace apenas tres meses.
De acuerdo con esta empresaria la tarifa de la que fueron notificados por la empresa es “no negociable”, por lo que teme el cierre de su negocio si la situación continúa: “No tendré elección (...) Es una catástrofe” asegura.
Las panaderías son una institución en Francia. La Unesco declaró incluso en noviembre el arte de fabricar una “baguette”, un emblema culinario y social, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Y la situación se agrava considerando que la mayoría de las panaderías en el país utilizan un horno eléctrico para sus creaciones culinarias.
Algunos usuarios en redes sociales se han quejado por el posible cierre de las panaderías en sus ciudades: “La panadería de mi pueblo de 1200 habitantes que corre peligro de cerrar por el costo de la energía. Voy a tener que coger el carro, usar carburante, si quiero pan... es el fin del mundo rural, a sólo 80 km de París. Viva Francia” escribió con disgusto el usuario @Y0yaNn en Twitter.
Con información de AFP