El Gobierno francés anunció la supresión del encarecimiento del diésel de uso agrícola y su oposición a la firma del acuerdo entre la UE y el Mercosur, para tratar de desactivar las protestas de los agricultores que amenazan con bloquear París.
Las acciones iniciadas por los agricultores hace ocho días para denunciar su situación económica fueron recrudeciéndose hasta este viernes 26 de enero, cuando decenas de tractores empezaron a bloquear las principales carreteras alrededor de la capital.
“Ustedes han querido enviar un mensaje (…) El mensaje ha sido recibido alto y claro”, dijo el primer ministro, Gabriel Attal, durante una visita a un ganadero de Montastruc-de-Salies, en el sur de Francia, donde anunció una serie de medidas para responder a la ira agraria.
Además de la renuncia a la subida a la tasa del diésel de uso agrícola, anunció un mayor control de las negociaciones entre el sector y los distribuidores, ayudas a sectores específicos como la agricultura bio y una disminución de los trámites administrativos, entre otros.
En el plano internacional, reiteró la oposición de Francia a “la firma” del tratado negociado entre la UE y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay). “El presidente [Emmanuel Macron] siempre se ha opuesto y seguimos y seguiremos oponiéndonos”, aseguró.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, reconoció que la “actual crisis de la agricultura europea” podía representar un “obstáculo” para este tratado, que necesita para poder ser firmado por la Comisión Europea el visto bueno de todos los países de la UE.
“Hemos decidido poner la agricultura por encima de todo, hoy es un día para pasar a la acción”, insistió el primer ministro, de pie detrás de varios fardos de paja, asegurando que este viernes 26 de enero empezaba “un nuevo capítulo para la agricultura francesa”.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, reiteró en las últimas horas la oposición de Francia al acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Mercosur en un intento por aplacar las protestas de los agricultores, que se manifiestan desde hace una semana.
“Francia se opone claramente, como lo ha hecho desde el primer día por voz del presidente de la República (Emmanuel Macron), a la firma del Tratado del Mercosur”, dijo, reiterando nuevamente que el Gobierno francés “seguirá oponiéndose” en un futuro al acuerdo, según recoge la cadena BFMTV.
La UE y Mercosur comenzaron a negociar un tratado de libre comercio en el año 2000, si bien las conversaciones han pasado desde entonces varias fases, llegando a estancarse. Varias cuestiones medioambientales, denunciadas por París, amenazan con poner fin al proceso.
Esto se produce después de que Attal haya anunciado una serie de medidas para calmar las protestas, como el fin de la subida gradual del impuesto sobre el diésel no vial, una simplificación de la normativa sobre los setos agrícolas, así como un aumento de 50 millones de euros para la agricultura ecológica, entre otras.
La agricultura es un sector culturalmente importante en la séptima economía mundial, pese a que su peso en el producto interno bruto retrocedió fuertemente desde el 18,1% en 1949, en el período de reconstrucción posterior a la Segunda Guerra Mundial, al 2,1% de 2022, según datos oficiales.
Los sindicatos agrícolas no reaccionaron por el momento a los anuncios del Gobierno, que responde a gran parte de sus reivindicaciones. “Creo que hemos ganado”, estimó no obstante Jérôme Bayle, uno de los ganaderos más conocido de las protestas, a la cadena BFMTV.
*Con información de la AFP y Europa Press.