Durante la jornada del 6 de junio, los ciudadanos vuelven a salir a las calles a modo de protesta contra la reforma pensional impulsada por el presidente Emmanuel Macron en Francia. Las autoridades estiman que la marcha alcance los 600.000 manifestantes, por lo que desplegó un equipo de 11.000 policías y gendarmes.
La manifestación se presenta en el marco del episodio que verá el proyecto de ley el 8 de junio, cuando el Parlamento francés examine a profundidad el articulado para analizar si merece ser aprobado o no. Aproximadamente, más de 250 manifestantes fueron convocados por los sindicatos, siendo la jornada 14 de las protestas contra la reforma de Macron, las cuales iniciaron en enero.
Laurent Berger, líder del sindicato Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) le indicó a la radio Europe 1 que “no se trata de un último cartucho, pero podría ser una de las últimas jornadas de movilización”, debido a que estarán a la espera de la decisión del Parlamento en los siguientes días.
Por la manifestación, un tercio de los vuelos en el aeropuerto Orly de París se canceló, sumado a que el 10 % de los recorridos en tren cesó parcialmente sus operaciones.
El motivo sustancial del descontento de la población radica en que el proyecto de ley plantea cambiar las fechas de jubilación de 62 a 64 años. El Consejo Constitucional de Francia validó este artículo del 14 de abril, siendo el primer paso para aprobar el aumento gradual para 2030. Del mismo modo, la reforma busca que para 2027 la obligación de cotizar sea de 43 años y no de 42.
Aquel articulado ha generado en lo corrido del año un malestar en la sociedad francesa y las movilizaciones han sido impulsadas por los sindicatos, principalmente desde abril, cuando la reforma fue validada por el Consejo Constitucional de Francia y sancionada por Macron. El propósito de los movimientos es que el Parlamento derogue el proyecto para que pierda vigor.
Por otro lado, los sindicatos aseguran que el oficialismo empleó mecanismos constitucionales polémicos para imponer la reforma, por lo que la decisión del órgano legislativo el próximo 8 de junio será clave y una de las últimas herramientas disponibles para impedir que la ley entre en materia. Asimismo, señalan que este articulado es un escándalo democrático.
Durante las jornadas opositoras a la reforma, la más masiva fue sin dudas la del 7 de marzo, cuando más de 3,5 millones de habitantes salieron a las calles a protestar contra el articulado, generando afectaciones en el sector eléctrico, transporte y otras áreas. Para las movilizaciones del 6 de junio, habrá bloqueos en algunos puntos alrededor de las ciudades francesas. Por ejemplo, en Rennes hay cese de operaciones en algunas líneas de autobús.
Un grupo de manifestantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) ingresó momentáneamente a la sede de los Juegos Olímpicos de París 2024. Las imágenes mostradas por la cadena BFM captaron el momento cuando los ciudadanos entraron, señalando que ocurrió durante unos minutos y no hubo daños ni violencia.
Del mismo modo, los líderes sindicales se congregaron frente a la Asamblea Nacional en París.
Sophie Binet, líder del sindicato CGT, le dijo a la cadena BFM TV que “las protestas llevan seis meses, no tiene precedentes. Hay mucha rabia, pero también cansancio”. Además, puntualizó que la movilización está preparada para afrontar lo que venga con respecto al articulado que modifica los parámetros pensionales.