Los franceses ya no están obligados a portar desde este lunes un tapabocas en el trabajo ni a presentar el pasaporte sanitario en restaurantes, tras el fin de la mayoría de restricciones anticovid, en un contexto de cautela por un “repunte” de contagios.

“A partir de hoy, ya no está obligado a llevar una mascarilla ni a mostrar su pase. ¡Todos lo estábamos esperando!”, tuiteó el ministro de Salud, Olivier Véran, que llamó a la “vigilancia” ante personas vulnerables.

El uso del tapabocas se mantiene únicamente en transportes públicos y en centros de salud. En estos últimos, también deberá presentarse el pasaporte sanitario.

“Me alegra que por fin podamos retirarnos la mascarilla, aunque ya hacía tiempo que no respetábamos las reglas en la oficina”, desde la vacunación, explica Nathan Lefeuvre, de 24 años, responsable de comunicación.

Para Jordan Taurian, director de una escuela de marketing de 30 años, “los alumnos estarán contentos”, pero hay un “poco de inquietud” entre los profesores cuando hay muchos estudiantes en clase.

A un mes de la elección presidencial, el Gobierno anunció a inicios de marzo el fin de estas medidas por una mejoría de la situación sanitaria. Sin embargo, en los últimos días, el número de contagios por covid-19 aumentó.

El domingo se registró una media de más de 65.250 casos en los últimos siete días, respecto a los 50.646 de la semana anterior. El cambio de tendencia no afecta por ahora a los servicios de cuidados intensivos.

El Instituto Pasteur estima, en su escenario más pesimista, que los contagios podrían superar los 100.000 casos diarios en marzo, una cifra elevada pero inferior a la registrada en enero.

Pese a que 80 % de la población cuenta con una vacunación completa, los expertos piden cautela. “Es pronto para pasar la página del covid, incluso si tenemos ganas”, tuiteó Rémi Salomon, al frente de los hospitales de París.

El Gobierno anunció el sábado que los mayores de 80 años podrán acceder a la cuarta dosis de la vacuna anticovid y recomendó a las personas delicadas de salud a seguir usando el tapabocas.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron. | Foto: AP Photo/Michel Euler

El mundo sumó hasta hace unos días 6.027.050 de muertos y 452.569.182 de contagiados como consecuencia de la pandemia del nuevo coronavirus, que apareció hace más de dos años en la ciudad china de Wuhan.

Aunque se trata de cifras oficiales de las autoridades sanitarias de cada uno de los países, algunos expertos han advertido que el número de personas fallecidas podría ser mayor al registrado.

Para los investigadores, desde principios de 2020 hasta finales de 2021 se habrían presentado, al menos, 18 millones de muertes. Esa diferencia de cifras obedecería a varios factores como la falta de recursos de diagnóstico o notificación, entre otros.

Pero esta situación estaría relacionada a efectos indirectos de la pandemia. En ese caso, por ejemplo, la falta de acceso a la atención médica, los cambios de comportamiento durante los cierres o la crisis económica.

Los expertos consideran que también existe la posibilidad de “un subregistro de muertes directas por covid-19 y debido a los efectos indirectos mortales de la pandemia”, según señaló el demógrafo especialista en el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, Haidong Wang.

*Con información de AFP.