Esta Navidad pasará al recuerdo, y no precisamente por haber sido la mejor. Sino por el ambiente de tensión y rabia que aún hoy se vive en las calles. Los trabajadores ferroviarios franceses mantenían su movilización contra la reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron el martes, víspera de Nochebuena. En este vigésimo día de huelga, solamente 40 por ciento de los trenes de alta velocidad (TGV) circulan, según la SNCF, operador del ferrocarril por sus siglas en francés "Société nationale des chemins de fer français".

El tráfico debía reducirse aún más a partir del martes al final del día, con un cierre total de líneas de trenes de cercanías parisinas, que no volverán a abrir hasta el miércoles "a primera hora de la tarde", según la SNCF. "No hay razón para que esto se detenga de repente", dijo en el diario comunista La Humanidad Laurent Brun, secretario general de la CGT ferroviaria. "No nos detendremos cuando perdimos 20 o 25 días de salario solo porque es Año Nuevo", indicando que el movimiento continuará la semana próxima.

En París, solo dos líneas de metro funcionaban normalmente y varias estaban completamente cerradas. La reforma de pensiones pretende fusionar en un sistema "universal" los 42 regímenes de pensiones existentes y, en particular, suprimir los "regímenes especiales", entre ellos los de la RATP (metro parisino) y de la SNCF (sistema ferroviario), que permite a sus empleados dejar de trabajar antes.

La huelga ya ocasionó una pérdida de ingresos de 400 millones de euros a la SNCF, declaró su presidente Jean Pierre Farandou en una entrevista en el diario Le Monde el martes. "El conflicto no terminó, y todavía es demasiado pronto para hacer un balance completo", pero "después de veinte días, hay 400 millones de euros de volumen de negocios que no se habrá realizado en este periodo", precisa Farandou, previniendo que "las cuentas 2019 se verán fuertemente impactadas por este conflicto". El lunes, los manifestantes bloquearon brevemente el tráfico en la línea 1 del metro parisino y ocuparon las vías de tren en Lyon. "Se nos explica que ya no hay huelga, que todo va bien. El objetivo era mostrar cierta determinación", comenta a la AFP Fabien Villedieu, delegado SUD ferroviario, que participó en esta acción sorpresa. 

No parece que nada vaya a cambiar antes del comienzo del año próximo ya que el gobierno fijó recién el 7 de enero como fecha para el próximo encuentro entre ministros y sindicatos.