La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el lunes el primer tratamiento inyectable para que adultos y adolescentes en riesgo de contraer VIH puedan prevenirlo.

Se trata de Apretude, un medicamento de suspensión inyectable con liberación prolongada del fármaco cabotegravir, que es un medicamento antirretroviral para la profilaxis previa a la exposición (PrEP) para reducir el riesgo de VIH adquirido. La inyección podrá ser aplicada a quienes pesen al menos 35 kilogramos.

Apretude, afirmó la FDA, se administra primero como dos inyecciones de inicio administradas con un mes de diferencia, y luego cada dos meses a partir de entonces. Los pacientes pueden comenzar su tratamiento con esto o tomar cabotegravir oral durante cuatro semanas para evaluar qué tan bien toleran el medicamento.

“La aprobación agrega una herramienta importante en el esfuerzo por poner fin a la epidemia del VIH al brindar la primera opción para prevenir el VIH que no implica tomar una pastilla diaria”, dijo Debra Birnkrant, directora de la División de Antivirales en el Centro de la FDA para Evaluación e Investigación de Fármacos.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC), los avances en el aumento del uso de la PrEP para la prevención del VIH en Estados Unidos han sido notables, y los datos preliminares muestran que en 2020 cerca del 25 % de los 1,2 millones de personas a las que se recomienda la PrEP se les recetó, en comparación con solo alrededor del 3 % en 2015. Sin embargo, sigue habiendo un margen significativo de mejora.

La FDA informó, a través de un comunicado, que la seguridad y eficacia de Apretude para reducir el riesgo de contraer el VIH se evaluaron en dos ensayos aleatorios doble ciego, que compararon Apretude con Truvada, un medicamento oral de uso diario para la PrEP del VIH. El primer ensayo incluyó a hombres no infectados por el VIH y mujeres transgénero que tienen relaciones sexuales con hombres y tienen un comportamiento de alto riesgo de infección por el VIH. El segundo ensayo incluyó a mujeres cisgénero no infectadas con riesgo de contraer el VIH.

Esta es la primera autorización de un tratamiento para la prevención del VIH que no implica tomarse una pastilla diariamente. | Foto: Getty Images

“Apretude incluye un recuadro de advertencia para no usar el medicamento a menos que se confirme una prueba de VIH negativa. Solo se debe recetar a personas que se haya confirmado que son VIH negativas inmediatamente antes de comenzar el medicamento y antes de cada inyección, para reducir el riesgo de desarrollar resistencia al medicamento”, dice el documento.

El etiquetado del medicamento también incluye advertencias y precauciones con respecto a reacciones de hipersensibilidad, hepatotoxicidad (daño hepático) y trastornos depresivos, añade la institución.

El daño de la pandemia a la lucha contra el VIH

Los avances considerables en los últimos 10 años contra la lucha del VIH se frenaron por la aparición de la covid-19. Numerosos países van con retraso en los objetivos internacionales “y las dificultades vinculadas a la covid-19 han agravado la situación”, declaró la OMS en un comunicado.

El objetivo mundial es hacer que el sida deje de ser una amenaza para la salud pública para 2030.

El número de nuevas infecciones había bajado un 43 % en la última década y el número de decesos había disminuido casi a la mitad. En la actualidad, 37,7 millones de personas viven con ese virus, según la ONU. En 2020, 680.000 personas murieron de alguna enfermedad vinculada con el sida.

En 40 años, el sida ha matado a 36,3 millones de personas, según Naciones Unidas.

El VIH es una infección de transmisión sexual. También puede transmitirse por el contacto con sangre infectada o de madre a hijo durante el embarazo, el nacimiento o la lactancia materna. Sin medicamentos, pueden pasar años hasta que el VIH debilite el sistema inmunitario al punto de evolucionar hasta el sida.

Esta enfermedad no tiene cura, pero según la Clínica Mayo hay algunos medicamentos que pueden retardar dramáticamente el avance de la misma. Esos medicamentos, conocidos como antirretrovirales, redujeron la cantidad de muertes por sida en muchos países desarrollados.