La revista búlgara "Pooled", según una agencia noticiosa francesa, afirmó que el pontífice anterior a Juan Pablo II, probablemente fue asesinado mediante un veneno. Juan Pablo I desde antes de su proclamación como Sumo Pontífice, "habia dejado adivinar claramente sus intenciones y cualidades de conductor espiritual independiente, lo que sin duda le costó la vida", dijo el semanario, y que la norma vaticaná de siglos prohibiendo practicar autopsias a los Papas muertos, facilitó el encubrimiento de este crimen. En realidad Juan Pablo I solo reinó durante 34 días. La acusación de la revista búlgara ha sido vista en Europa como parte de una contraofensiva de las autoridades de Sofía contra los servicios de inteligencia norteamericanos que, según Bulgaria, son los impulsadores de la "calumniosa " tesis de la "conexión búlgara" en el atentado a Juan Pablo II.