La Justicia argentina ha liberado a los últimos cinco tripulantes del avión venezolano-iraní retenido desde junio en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires.

El fallo del juez federal Federico Villena determina que no existen pruebas consistentes para procesarlos por la realización de actividades vinculadas al terrorismo, según recoge la agencia de noticias oficial argentina Télam.

Los beneficiados con esta medida son los iraníes Gholamreza Ghasemi, señalado como miembro de la Guardia Revolucionaria iraní; Saeid Vali Zadeh y Abdolbaset Mohamamadi, así como a los venezolanos Mario Arraga y Víctor Pérez Gómez.

De esta forma, el juez dispuso la devolución de sus documentos de viaje y ordenó dejar sin efecto la medida cautelar que pesa sobre la aeronave de matrícula YV3531 de la empresa Emtrasur.

Los tripulantes estaban siendo investigados a raíz de una petición de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), que acusó a la empresa Emtrasur de desviar fondos para financiar actividades terroristas.

“Cuando los elementos de juicio no autorizan el dictado del auto de procesamiento y, a la vez, tampoco tienen entidad para descartar la existencia del hecho, su carácter delictuoso o la responsabilidad del imputado (lo que haría procedente su sobreseimiento), el juez debe disponer la falta de mérito”, concluye el fallo.

Así lo transmitió la comunicadora política Orlenys Ortíz en sus redes sociales:

La acusación recogía que el avión pudo ser utilizado para realizar viajes entre Siria e Irán a través de una aerolínea ligada al partido-milicia libanés Hezbolá, pero el juez considera que no hay elementos para procesar a los tripulantes.

El juez explica que hasta el momento se han reunido 118 medidas de prueba en el expediente y ha recordado que todavía existen trámites que deben completarse como exhortos enviados a España, Aruba, República Dominicana y Paraguay, y un peritaje contable.

A propósito del juez Villena, se hizo muy famoso por investigar el avión que traía consigo tripulantes iraníes, pero también cobró notoriedad al ser investigado por el Consejo de la Magistratura en Argentina por su presunto mal desempeño.

Mal desempeño porque en una de sus gestiones, cuando allanó una vivienda en busca de una mujer por narcotráfico, resultó entrando a la vivienda de otra persona ajena a las acusaciones, Karina Moyano, una de las hijas del sindicalista, exmiembro de la cámara de diputados y dirigente deportivo Hugo Moyano.

El dinero incautado en ese allanamiento fue regresado y el proceso a Karina Moyano fue suspendido.

Sobre el avión

Debido a las sanciones estadounidenses, el avión no pudo repostar combustible en Buenos Aires, por lo que el avión partió hacia Uruguay el 8 de junio, pero Montevideo le negó el ingreso y volvió al aeropuerto argentino de Ezeiza.

El aparato pertenece a la empresa Emtrasur, una filial de la venezolana Conviasa, bajo sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Fue comprado hace un año a la aerolínea iraní Mahan Air.

A mediados de agosto, el juez Villena admitió un pedido de Estados Unidos para incautar el Boeing 747, que permanece varado en el aeropuerto de Buenos Aires.

La justicia argentina inició entonces una investigación en la que aceptó como querellante a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y prohibió la salida del país de la tripulación, que quedó alojada en un hotel cercano al aeropuerto.

Con información de Europa Press y AFP*