El Servicio Geológico Colombiano reportó que este jueves 26 de mayo, a las 07:02 hora local, se presentó un temblor de magnitud 7,2, con profundidad de 212 km y con epicentro en Tirapata, distrito de la provincia de Azángaro, ubicado en Puno, Perú.

Aseguran que el fuerte movimiento telúrico también lo sintieron en el país vecino Bolivia.

Tras el temblor, el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias del Ecuador emitió una alerta, indicando que las características del sismo “no reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas ecuatorianas y en la región Insular”.

De acuerdo con el medio peruano El Comercio, las autoridades locales del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), por el momento, no han reportado daños personales ni materiales.

Vale destacar que Perú se encuentra ubicado en la zona llamada Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se presenta aproximadamente el 85 % de la actividad sísmica mundial.

Por otra parte, el Servicio Geológico también reportó este jueves 26 de mayo un temblor de magnitud 4,0 en el territorio colombiano.

Según el Servicio Geológico Colombiano, el sismo ocurrió sobre las 7:14 a. m. en Santander. Es el segundo que se presenta en el territorio nacional; el primero fue a las 6:59 a. m. con magnitud de 3,6, profundad de 150 kilómetros y epicentro en Los Santos, Santander.

Temblor de 5,5 sacudió a México el miércoles

Los mexicanos detectaron un temblor durante la tarde de este miércoles 25 de mayo, con epicentro en el estado de Oaxaca, a 28 kilómetros de la población Magdalena Tequisistlán.

Aunque preliminarmente se informó que el sismo había tenido una magnitud de 5,8, el Servicio Sismológico Nacional del país latinoamericano informó que realmente había sido de 5,5 (sobre las 4:43 p. m.) a unos 12 kilómetros de profundidad.

Sin embargo, minutos después del primer temblor, las autoridades mexicanas continuaron reportando un nuevo sismo a 35 kilómetros al noreste de Crucecita, en el mismo estado, muy cerca del primero y con 4,3 de magnitud. Este con 44 kilómetros de profundidad.

Estos son los elementos a tener en una maleta en caso de emergencia

Muchas regiones en el mundo tienen puntos conocidos como “zonas con fallas”, es decir, que están en riesgo de que ocurra un terremoto grave. Un terremoto es un temblor repentino y rápido del suelo ocasionado por el desplazamiento de rocas subterráneas muy por debajo de la superficie de la tierra.

Los terremotos pueden causar incendios, tsunamis, deslizamientos de tierra o avalanchas. También pueden ocurrir sin aviso en cualquier lugar.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) durante un terremoto se puede escuchar un rugido o sonido atronador que gradualmente se vuelve más fuerte. También se puede sentir una sensación de balanceo que comienza suavemente y, después de unos segundos, se vuelve violento.

Aunque los terremotos muy fuertes o intensos son poco frecuentes, los menos potentes también pueden ser peligrosos. La clave para sobrevivir a un terremoto y reducir riesgo de sufrir lesiones es la planificación, la preparación y la práctica de lo que debe hacer cada individuo y sus allegados.

Entre la planificación y preparación está el arreglar una maleta de emergencia. El Centro Nacional de Prevención de Desastres de México listó los elementos que se deben tener en el interior de ella:

1. Radio: este aparato permitirá mantenerse al tanto de lo que sucede en los alrededores y permanecer informados de las recomendaciones que difundan las autoridades.

2. Fotocopia de todos los documentos: todos los documentos personales es necesario mantenerlos en copias o carpetas en la maleta. También se aconseja guardarlos en una USB.

3. Encendedor o cerillos: son necesarios para realizar fogatas en el exterior.

4. Alimentos no perecederos: la comida enlatada siempre es una buena opción. Hay que escoger alimentos livianos, de tamaño personal, fácil de abrir y que aporten energía.

5. Linterna: con el movimiento del sismo se pueden dañar las instalaciones de luz del recinto en el que se esté. Por ello, es importante contar con una linterna con pilas.

6. Medicinas o latas de leche: si en una familia hay bebés, personas con un tratamiento médico o personas adultas mayores, deben incluirse algunos productos específicos como biberones, papillas, medicinas, latas de leche y pañales.

7. Agua: utilizar botellas de agua envasada, de preferencia, sin gas. Hay que tener en cuenta que, al almacenarlas en la mochila, hay que cambiar la botella frecuentemente.

8. Ropa abrigadora: en este caso aconsejan tener cobija, ropa, un impermeable y zapatos extra para cambiarse por si se mojan.

9. Silbato: generalmente es para solicitar ayuda en caso de quedar atrapado debajo de los escombros de algún recinto.