Ocho personas, incluidos tres niños, murieron tras el paso de una tormenta con vientos de una potencia similar a los de un huracán sobre un campamento de vacaciones en la región rusa de Mari El, 650 kilómetros al este de Moscú, dijeron las autoridades locales.
Varios cientos de personas estaban acampando cerca de un lago en un parque nacional en esta región, situada a lo largo de la orilla norte del río Volga cuando una tormenta golpeó repentinamente el sábado.
El Comité de investigación ruso, responsable de las principales investigaciones, dijo en un comunicado que los cuerpos de siete personas, incluidos tres niños, fueron encontrados en la noche.
Otra persona murió en el hospital, precisó el comunicado.
En otro boletín, el Ministerio ruso de situaciones de emergencia informó que 29 personas resultaron heridas y 16 hospitalizadas.
“Los veraneantes no tuvieron en cuenta los pronósticos del tiempo”, agregó el ministerio en un mensaje publicado en Telegram.
El campamento estaba ubicado a orillas del lago Ialtchik, en el Parque nacional Mari Tchodra, reconocido en la región por sus bosques y ríos.
El Comité de investigación dijo que abrió una investigación para determinar si el camping había respetado los criterios de seguridad.
Rusia ha enfrentado varios tifones muy violentos en los últimos cuatro años.
En particular, se recuerda el Hinnamnor, entre agosto y septiembre de 2022, con vientos a una velocidad máxima de 256 kilómetros por hora.
Un poco más fuerte había sido el Mindulle, en 2021, cuyos vientos lograron una velocidad de 267 kilómetros por hora.
China decreta alerta roja en Pekín y otras regiones por tifón Doksuri
China puso este sábado en alerta roja a una parte del norte del país, incluida la región de Pekín, a causa de las lluvias torrenciales que se esperan por el avance del tifón Doksuri, que actualmente azota el otro extremo del país.
Doksuri, que arrasa el sureste de China desde el viernes, se está moviendo hacia el norte, donde ya se siente su “influencia”, según el servicio meteorológico chino.
La alerta roja, en vigor desde las 8 de la noche, hora local, incluye una vasta zona donde viven cientos de millones de personas, incluyendo ciudades como Pekín y Tianjín, las provincias limítrofes de Hebei (norte) y Shandong (este), así como una parte de Henan (centro) y Shanxi (norte).
Esta es la primera vez desde 2011 que se activa una alerta de este tipo por lluvias torrenciales, según los medios locales.
Los servicios meteorológicos proyectaron que pueden caer más de 60 centímetros de precipitaciones.
En Pekín, varios parques, lagos y vías fluviales emblemáticos de la ciudad fueron cerrados hasta nuevo aviso como medida de precaución, anunció el municipio el sábado.
El sábado, desde las primeras horas de la tarde ya habían caído fuertes aguaceros en varios barrios de Pekín.
Según los medios locales, las lluvias que se esperan en las próximas horas podrían ser incluso más importantes que las de julio de 2012, cuyas inundaciones históricas provocaron 79 muertos.
La televisión nacional mostró imágenes de árboles arrancados por las carreteras, mientras que las áreas residenciales estaban rodeadas por grandes extensiones de agua fangosa.
En Fuzhou (sureste), las autoridades suspendieron los transportes públicos y ordenaron el sábado a los residentes no salir de sus casas.
China enfrenta condiciones climáticas extremas y temperaturas récords en los últimos meses, exacerbadas por el cambio climático, según los científicos.
A principios de julio, Pekín y las zonas aledañas registraron récords de temperatura con más de 40 °C.
Aunque los fenómenos meteorológicos extremos (ciclones, olas de calor, inundaciones, sequías, etc.) son naturales, el calentamiento global causado por las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por las actividades humanas está aumentando su magnitud y/o frecuencia, dicen los expertos.
Con información de AFP.