Después de semanas de declive, el movimiento de los "chalecos amarillos" trataba de cobrar un nuevo impulso este sábado con una gran manifestación en París, salpicada de enfrentamientos con la policía, saqueo de tiendas e incendio de barricadas en la famosa avenida de los Campos Elíseos, que se saldaron con 82 detenidos y 11 heridos leves.Los primeros brotes de violencia se registraron poco antes del mediodía en la famosa arteria, donde se habían congregado varios miles de manifestantes.Mientras algunos grupos coreaban lemas anticapitalistas o antipoliciales, otros erigieron barricadas o atacaron tiendas (Hugo Boss, Lacoste, Nespresso...).El conocido restaurante Fouquet‘s, frecuentado por políticos y famosos, fue objeto de una gran destrucción, con cristales rotos, mesas derribadas y pintadas en la fachada.Puede leer: Pañuelos rojos: el movimiento en contra de los Chalecos amarillos en FranciaTambién se declaró un incendio en un banco, situado en la planta baja de un edificio de apartamentos, que se vio envuelto por las llamas. Los bomberos evacuaron a los residentes y extinguieron el fuego. Once personas resultaron heridas leves, entre ellas dos policías, según los bomberos.El ministro del Interior, Christophe Castaner, denunció en Twitter que los autores de estos actos "no son ni manifestantes, ni alborotadores, son asesinos".Castaner describió actos de "profesionales del destrozo y del desorden" y pidió a la policía responder con "la mayor firmeza a estos ataques inadmisibles".Hasta ahora 82 personas fueron detenidas, según un último balance comunicado por la prefectura.Cifras comunicadas por el ministro del Interior dan cuenta de unos 7.000 a 8.000 manifestantes el sábado en la capital francesa, entre ellos 1.500 ultraviolentos.Las protestas se producen mientras el presidente Emmanuel Macron llegó a las montañas de los Pirineos, en el suroeste francés, con su esposa Brigitte para pasar unos días esquiando, informó un fotógrafo de la AFP."Voy a pasar dos o tres días aquí para reponer fuerzas y reencontrarme con el paisaje y caras amigas", dijo Macron al diario regional La Depeche du Midi.‘Macron, ¡vamos a por ti!‘Hacía semanas que no se veían en París escenas de saqueos y enfrentamientos como estas, que recuerdan a las que se registraron en los mismos Campos Elíseos a finales de noviembre y principios de diciembre, y cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.A poca distancia de los escaparates destrozados, junto al Arco de Triunfo, otros manifestantes, muchos de ellos vestidos de negro y con capucha o casco en la cabeza, lanzaron adoquines a las fuerzas del orden, que respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua.Según imágenes difundidas por las televisiones, otro grupo trató de atacar un camión de la gendarmería.Una fuente policial interrogada por la AFP dijo que había "muchos factores que hacían pensar que la movilización de hoy podría ser superior a la de los sábados anteriores", sobre todo por la presencia de grupos ultraviolentos.

El número de manifestantes había decaído en las últimas semanas. Según cifras del ministerio del Interior -que los "chalecos amarillos" cuestionan- fueron 28.600 en toda Francia la semana pasada, una décima parte de los 282.000 que salieron a la calle el 17 de noviembre, fecha en que se inició el movimiento.Presentada como un "ultimátum" al presidente Macron, esta 18ª jornada de movilización contra la política fiscal y social del gobierno francés, se produce tras una serie de debates en Francia con los que el gobierno esperaba canalizar la ira de los manifestantes y hacer emerger propuestas concretas."¡Nos desmovilizamos un poco la semana pasada pero no estamos muertos, Macron!, ¡vamos a por ti!", dijo Murielle, una "chaleco amarillo" que participaba en una marcha que salió del noroeste de París.Le recomendamos: La última gran apuesta de MacronVarias figuras de este movimiento apolítico que se organiza en las redes sociales invitaron a sus simpatizantes a converger en la capital."Esperamos a los de Toulouse con impaciencia, a los de Burdeos, a los de Marsella...", dijo el camionero Eric Drouet, uno de los líderes de los "chalecos amarillos", quien dijo esperar también refuerzos de Italia, Bélgica, Holanda y Polonia.Maxime Nicolle, otro miembro destacado, prometió un día "memorable", "un fin de semana entre los más importantes desde el inicio de esta movilización".Unos 5.000 hombres y seis vehículos blindados de la gendarmería estaban desplegados en la capital, donde había convocadas también otras manifestaciones como la llamada "Marcha del siglo" por el clima.