Un nuevo caso de “fuerza excesiva” tiene en la mira a la Policía de Estados Unidos, específicamente la del condado de Los Ángeles, luego de que se difundieran imágenes en las que un guardia de seguridad, de tez negra, fue golpeado. El caso despertó nuevamente el debate sobre los límites en el uso de la fuerza.

En el video se evidencia cómo uno de los agentes golpea con su puño al individuo (de 24 años) quien permanece en el suelo, mientras que otro agente lo sostiene. En cuestión de minutos la agresión sube de nivel, pues al primero de ellos se le observa cuando empieza a chocar la cabeza del guardia contra la acera.

Todo comenzó cuando los oficiales se bajaron repentinamente de su vehículo y abordaron al hombre, con el nombre de Blake Anderson, y en solo segundos lo someten en el suelo mientras a este se le escucha gritar. Alrededor, el desconcierto invade a quienes iban en la misma acera y quedan estupefactos sobre lo que está pasando en el Good Batch Hookah Lounge en Inglewood.

“Blake, no te resistas”

Uno de los agentes desenfunda su arma y la apunta hacia el joven, mientras se escucha entre quienes están alrededor: “Blake, Blake, no Blake. Blake, no te resistas, Blake. No no no. Vamos, haz lo que tengas que hacer, Blake. Vamos. No te defiendas”.

“Cabe señalar (...) el sospechoso Anderson tenía una lesión traumática anterior que sufrió en un incidente no relacionado antes del contacto con los agentes”, dijo el Departamento policial, de acuerdo con lo recogido por Los Angeles Times.

“Esta actitud agresiva de estos oficiales (...). Ni siquiera le preguntaron nada ni su ID (identificación)” dijo el abogado en derechos civiles, Luis Carrillo, quien fue consultado por Univisión. Para el experto, se trata de otro caso de racismo en el país norteamericano.

“Si es afroamericano, si es latino primero dan los tremendos golpes y luego averiguan quién eres tú”, y agrega a ese medio estadounidense que “los oficiales favorecen a las personas blancas con ojos azules y discriminan (...) a los afroamericanos” o a quienes tengan procedencia hispana.

Anderson dijo ante reporteros locales: “La policía me atacó brutalmente sin ningún motivo (...) así que les pregunté: ‘¿Qué hice? ¿Qué hice? Cuando volví a preguntar, ¿qué hice? Simplemente, me golpearon la cabeza y me lanzaron puñetazos”, según Los Angeles Times.

¿Qué responden las autoridades?

El Departamento del alguacil en Los Ángeles, calificó como “preocupante” el actuar de la Policía e indicó que ya estaba en curso una investigación para determinar con mayor precisión lo ocurrido. Por su parte el sheriff y jefe de esa dependencia, Álex Villanueva, comentó que Anderson tenía un arma y que los hechos estaban bajo una indagación de uso de fuerza en la categoría tres.

El hombre aparece en el reporte policial con una sentencia de 2017 por llevar consigo un arma de fuego y mostrar resistencia a la hora del arresto; sin embargo, la defensa del individuo responde que él trabajaba en una empresa particular de seguridad y que esa era la razón por la que iba armado.

Ahora, Anderson asegura que perderá uno de sus ojos producto de la lesión recibida, mientras que sus abogados están ad portas de presentar una demanda contra la dependencia policial, pero por ahora están terminando de recolectar más información.

Los datos entregados por las autoridades dejan más dudas que aclaraciones, pues no detallan la razón concreta que les llevó a abordar a este hombre o si le estaban haciendo un seguimiento por algún delito.