Al menos catorce personas han muerto y más de medio centenar han resultado heridas por las fuertes nevadas que han estado cayendo estos días en Japón, sobre todo en las zonas montañosas de las regiones desde Hokkaido, en el norte, hasta Kyushu, la isla más al sur del archipiélago nipón.

Las fuertes tormentas de nieve en Japón comenzaron el pasado 17 de diciembre y desde entonces algunas regiones del norte y este del país han registrado una acumulación de nieve tres veces su promedio anual.

Este domingo, en algunas ciudades como Engaru en Hokkaido, Oguni en la prefectura de Yamagata y Gujo en la prefectura de Gifu, se han registrado capas de nieve que han oscilado entre los 96 centímetros hasta 1,20 metros.

Como consecuencia, las autoridades han recomendado a la población no salir de sus casas y evitar coger sus vehículos, si bien en algunas zonas se ha cerrado el tráfico debido al mal estado de las carreteras, muchas de ellas congeladas, detalla la cadena pública NHK.

Las autoridades meteorológicas creen que las fuertes nevadas han alcanzado ya su punto máximo, por lo que en los siguientes días se esperan tan solo fuertes nevadas intermitentes a áreas montañosas, en las que todavía, no obstante, existe peligro de posibles avalanchas en zonas con alta acumulación de nieve.

Estados Unidos sufre mortal tormenta

La temporada de invierno de este año tiene a los estadounidenses con los pelos de punta. De hecho, una inclemente tormenta ha azotado suelo estadounidense en las últimas horas. Las autoridades de ese país han registrado fuertes nevadas y vientos polares que hasta este sábado ya han dejado al menos 17 muertos, 1,7 millones de personas sin electricidad y miles de viajeros varados por vuelos cancelados horas antes de la Navidad.

Las 17 muertes que se han registrado hasta ahora a raíz de la tormenta se reportaron en ocho estados. Los vientos huracanados y las temperaturas peligrosamente gélidas mantuvieron a gran parte del país congelado por tercer día consecutivo este sábado. Incluso se han registrado afectaciones en el sur, donde generalmente se registra un clima templado.

Este “ciclón bomba”, una tormenta definida como “única en una generación” por el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés), provocó que este sábado 24 de diciembre se cancelaran más de 2.300 vuelos y se retrasaran otros 5.300.

Este 23 de diciembre, mientras tanto, se cancelaron casi 6.000 despegues, según el sitio web especializado FlightAware.

“Las interrupciones más extremas han quedado atrás a medida que las operaciones de las aerolíneas y los aeropuertos se recuperan gradualmente”, escribió en su cuenta de Twitter el secretario de Transporte, Pete Buttigieg.

Según el sitio Poweroutage.us, los estados más afectados por los cortes de energía eléctrica eran Carolina del Norte, Maine y Tennessee, donde el termómetro marcó mayoritariamente temperaturas bajo cero.

En muchos estados, las carreteras se volvieron intransitables o muy peligrosas, provocando accidentes mortales. En Ohio, cuatro personas murieron en accidentes relacionados con las tormentas, según dijo el gobernador de ese estado, Mike DeWine.

Mientras tanto, en el estado de Nueva York, la gobernadora Kathy Hochul desplegó la Guardia Nacional en el condado de Erie y en su principal ciudad, Buffalo, donde las autoridades señalaron que los servicios de emergencia colapsaron ante las condiciones extremas de la ventisca.

El día anterior se había emitido una prohibición de viajar en esta región. “Probablemente haya cientos de personas atrapadas en sus vehículos, incluidas las que intentaron salir tarde anoche”, dijo, sin embargo, Mark Poloncarz, administrador del condado de Erie. Y agregó que dos personas murieron por problemas médicos porque no pudieron ser rescatadas.

“¡No dejes tu vehículo!” tuitearon los servicios meteorológicos locales. “Ate una prenda a su antena o ventana para indicar que necesita ayuda”, recomendaron. El hielo en las carreteras, además, provocó el cierre rutas importantes, incluida la Interestatal 70 que atraviesa el país. Según los reportes de tránsito, se cerraron tramos en los estados de Colorado y Kansas.

En ciudades como Denver o Chicago se han abierto refugios para acoger a las personas necesitadas, para permitirles calentarse y protegerlas del riesgo de hipotermia.