Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 mostraron este viernes su apoyo a Ucrania “hasta la victoria” frente a Rusia, en palabras de Francia, y la Unión Europea anunció una ayuda suplementaria de 500 millones de euros (520 millones de dólares) a Kiev.
“Es muy importante en este momento mantener la presión sobre [el presidente ruso] Vladimir Putin suministrando más armas a Ucrania e incrementando las sanciones” contra el Kremlin, afirmó la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, en esta reunión del G7 en Wangels, en el norte de Alemania.
“La unidad del G7 fue vital durante esta crisis para proteger la libertad y la democracia y continuaremos trabajando juntos para ello”, agregó.
Su homólogo francés Jean-Yves Le Drian garantizó a Kiev el apoyo de los miembros del G7 “hasta la victoria”.
“Vamos a continuar apoyando de manera permanente el combate de Ucrania por su soberanía, hasta la victoria”, declaró Le Drian.
Durante la reunión, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea anunció que el bloque brindará 500 millones de euros (unos 520 millones de dólares) adicionales de ayuda militar para Ucrania, con lo que el aporte total de la UE “se elevará a 2.000 millones de euros”, unos 2.077 millones de dólares.
“El método es claro (...) Más presión sobre Rusia, con sanciones económicas. Seguir trabajando en el aislamiento internacional de Rusia. Contrarrestar la desinformación sobre las consecuencias de la guerra y presentar un frente unido para seguir apoyando a Ucrania”, dijo Borrell.
Los jefes de la diplomacia del G7 (Alemania, Francia, Italia, Canadá, Estados Unidos, Japón y el Reino Unido), reunidos hasta el sábado, invitaron a sus homólogos ucraniano y moldavo a participar en sus discusiones para saber cómo pueden apoyar más a Kiev en su resistencia a la invasión rusa.
Ucrania ya piensa en la reconstrucción
Si bien la guerra continúa desgarrando a Ucrania, su ministro de Finanzas afirma ver las “primeras señales” de recuperación económica y apunta a la reconstrucción del país, en una entrevista con la AFP.
“La guerra continúa pero no hay una escalada como durante los dos primeros meses” de la invasión rusa lanzada el 24 de febrero, declaró el ministro Sergiy Marchenko en su oficina decorada con una bandera nacional amarilla y azul, en el barrio histórico de Kiev.
“Esto continúa pero no al ritmo que vimos antes”, agrega el ministro de 41 años que, como muchos responsables ucranianos, desde el inicio de la guerra cambió su traje por un estilo más relajado y viste una sudadera con capucha.
Al día de hoy, el panorama es desastroso para el país, que ya era uno de los más pobres de Europa antes de la invasión y ha visto millones de ciudadanos huir al extranjero, principalmente mujeres y niños.
Mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un derrumbe del 35% del PIB ucraniano este año, Marchenko espera de su lado una caída del 45 al 50% y evalúa los daños globales causados hasta ahora a la economía en “alrededor de 600.000 millones de dólares”.
Los ingresos por aranceles aduaneros cayeron un 70 % y los fiscales entre “25 y 30 %”, las exportaciones e importaciones se redujeron prácticamente a la mitad y la inflación superó el 16 % interanual en abril, enumera.
Pero luego de haberse planteado la toma de Kiev, las tropas rusas se retiraron de los alrededores de la capital y del norte, lo que abrió el camino al regreso de una parte de los habitantes y a la reapertura de comercios.
“La demanda de los consumidores aumenta, las conexiones se reanudan” en Kiev y su región, se felicita Marchenko, para quien el regreso de las embajadas a la capital “da una señal para que vuelvan los ciudadanos” y “recomiencen sus actividades económicas”.
Por otra parte, muchas empresas transfirieron sus actividades al oeste del país, que se ha librado relativamente hasta el momento de la guerra, mientras continúan los combates en el este y el sur y los ataques rusos en todo el país.
Ucrania no planea ningún cese de pagos ni reestructuración de su deuda externa, pero “necesitamos 5.000 millones de dólares mensuales para cubrir nuestro déficit presupuestario”, explica el ministro, cuya tarea prioritaria actualmente es garantizar el flujo permanente de la ayuda financiera internacional.
“Pedimos un apoyo financiero elevado, pero el precio también es elevado. Para nosotros es un medio de supervivencia”, constata Marchenko.
“Ucrania es actualmente un puesto de avanzada de la lucha por la democracia. No podemos perder esta guerra y necesitamos armas, fondos y sanciones” contra Rusia, agrega.
Los fondos son necesarios para combatir, pero también para reconstruir este país devastado por la guerra.
*Con información de AFP
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