Según la agencia Watania Media, con sede principal en Gaza, el pasado 12 de julio, las fuerzas armadas israelíes contactaron a Samir Nofal, propietario de un edificio, para que lo evacuara. Unos 15 minutos después, bombardearon el lugar con dos misiles desde aviones F16. Amnistía Internacional ha denunciado que dicha práctica, llamada ‘roof knocking’ (golpear el techo), no constituye una “alerta eficaz” de ataques posteriores. A pesar de la intención de Egipto por interceder en el conflicto entre Hamas e Israel, que deja ya 189 muertos, los combatientes de Hamas en la Franja rechazaron un cese al fuego. "Una muestra de sumisión" fue el calificativo con el que el ala armada de Hamas mostró su rechazo a la propuesta de alto al fuego, presentada la tarde del pasado 14 de julio, reportó el diario español El Mundo. Desde el inicio de la primavera árabe en el 2010, Oriente Medio ha sufrido cambios que –lejos de cumplir con las expectativas democráticas suscitadas– han devuelto la región a tiempos medievales. "Ninguna parte, oficial o no, se nos ha acercado para hablar del alto el fuego que reportan los medios… Si los contenidos de la propuesta son ciertos, es una rendición y lo rechazamos directamente", dice un comunicado de las Brigadas Ezzedine al Qassam. Israel exige garantías para que haya un periodo extendido de tranquilidad mientras que Hamas busca que Israel y Egipto suavicen el bloqueo que ejercen en Gaza, una región controlada por el grupo. Israel lanzó una ofensiva desde el martes pasado alegando que era en respuesta a los ataques con cohetes contra su territorio lanzados desde Gaza. Autoridades médicas palestinas señalan que 185 personas han muerto, incluidos niños y civiles. Los israelíes no han sufrido víctimas fatales, en buena medida gracias a la puesta en operación de un nuevo sistema de defensa que usa cohetes para neutralizar los misiles entrantes. En un discurso transmitido por la televisora catarí Al-Jazeera, Ismail Haniyeh, líder de Hamas en Gaza, confirmó que hay un "movimiento diplomático" y que el grupo trata de terminar con los enfrentamientos, pero también con el bloqueo a Gaza que ha afectado profundamente la vida en esa zona. Las Fuerzas de Seguridad de Tel Aviv han reaccionado bajo la consigna "la calma será respondida con calma y el fuego con fuego", con el objetivo de sacar a Hamas –que no reconoce al Estado de Israel– del poder en esa región.