Derek Chauvin recibe una noticia mala tras otra. El policía de Minneapolis fue acusado el pasado viernes de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario a George Floyd, el hombre que durante ocho minutos rogó por su vida antes de perder el conocimiento por la falta de óxigeno en sus pulmones. Chauvin y sun otros tres compañeros (Thomas Lane, Tou Thao y J Alexander Kueng) abusaron del uso de la fuerza durante un arresto, hasta el punto de presionar su garganta con sus rodillas, lo que condujo a su muerte.

Luego del anuncio que hizo el fiscal Mike Freeman, quien reconoció que se profirió una acusación en tiempo recórd contra Chauvin; este policía recibió una comunicación que le cayó aún peor: su esposa Kellie Chauvin le dio la espalda y pidió la disolución del matrimonio. La firma de abogados Sekula Law Offices, que representa a la señora Chauvin, informó a través de un comunicado que la mujer está "devastada" por la muerte de Geor Floyd y por tanto pide disolver la unión que tenía con el policía, quien suma 18 denuncias ante la oficina de Asuntos Internos del Departamento de Policía de Minneapolis por irregularidades cometidas durante las dos décadas que ha pertenecido al cuerpo oficial.

"Esta noche, hablé con Kellie Chauvin y su familia. Está devastada por la muerte del señor Floyd y sus mayores simpatías recaen en su familia, sus seres queridos y todos los que están sufriendo esta tragedia", dice la misiva. La pareja no tuvo hijos en común, pero la señora Kellie -exreina de belleza de Minesota- pidió a las autoridades protección para ella, sus hijos y padres que pueden estar en riesgo ante la ola de violencia que se desató en Minneapolis tras la muerte de Floyd.