El Presidente de Corea del Sur, Chun Doo Hwan, no tolera ninguna oposición política, pero el torpe manejo de la huelga de hambre declarada por un antiguo lider político, otorgó a sus críticos una plataforma para atraer la atención internacional.Hace algunos días, Kim Young Sam, cuyo Nuevo Partido Democrático se disolvió después de que Chun se tomó el poder en 1980, se declaró en huelga de hambre hasta que el gobierno restaurara las libertades democráticas y liberara a varios cientos de prisioneros políticos. Agentes de policía condujeron a Kim a un hospital, pero el político de 55 años continuó su huelga, y la oportunidad fue aprovechada por otros cinco disidentes para declarar que también ayudarían hasta "el retorno a la democracia total". El anuncio fue interrumpido por 200 políticos que irrumpieron en la oficina del comité de derechos humanos del Consejo Nacional de Iglesias para arrestar al reverendo Moon Ik Hwan ministro presbiteriano, y a otros huelguistas. Quizás coincidencialmente, el Presidente Chun negó una vez más que estaba planeando una enmienda constitucional para extender su término de siete años más allá de 1988. E insistió en que la Constitución ha preparado el camino para la democracia y la sucesión pacífica. . .