La británica Ghislaine Maxwell se declaró el martes no culpable de seis delitos vinculados al tráfico sexual de menores para satisfacer los deseos sexuales de su expareja, el difunto financista estadounidense Jeffrey Epstein. Epstein, inculpado de tráfico sexual de menores en julio de 2019, se suicidó un mes después en una cárcel de Nueva York, mientras aguardaba su juicio.
Fiscales de Nueva York pidieron a la jueza federal de Manhattan, Alison Nathan, que rechace este martes la solicitud de fianza de Maxwell, de cinco millones de dólares, a cambio de su arresto domiciliario, porque presenta un riesgo de fuga "extremo". Afirman que ya intentó escaparse cuando fue arrestada el 2 de julio por agentes del FBI en la casa de Bradford, New Hampshire, donde se escondía. "A través de una ventana los agentes vieron a la acusada ignorar la orden de abrir la puerta y, en vez de eso, tratar de escapar a otra habitación de la casa, cerrando rápidamente la puerta tras ella", escribieron a la jueza los fiscales de la corte del distrito sur de Nueva York antes de la audiencia. Los fiscales aseguran que en la casa de Maxwell hallaron un celular envuelto en papel de aluminio, "un esfuerzo al parecer equivocado para impedir ser detectada" por la Policía.
"Parece ser experta en vivir escondida", dijeron los fiscales. Maxwell, de 58 años, tiene pasaportes de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Fue inculpada el 2 de julio de seis cargos vinculados al tráfico sexual de adolescentes para satisfacer los deseos de su pareja, del transporte de menores a otros estados con ese fin y de mentir a la justicia bajo juramento. Los fiscales aseguran que a veces Maxwell participaba en los presuntos abusos ocurridos en las mansiones de Epstein en Nuevo México, Palm Beach y Manhattan.
Se hacía amiga de las menores —una de ellas de apenas 14 años— y las invitaba al cine y a hacer compras; luego las convencía de dar masajes sexuales a Epstein, con el torso o todo el cuerpo desnudo, durante los cuales ocurrían actos sexuales, según los fiscales.