Las elecciones al Parlamento Europeo confirmaron este domingo 9 de junio el auge de la derecha, en un vendaval político que, aunque no modificó los equilibrios de poder en Bruselas, motivó la convocatoria de legislativas anticipadas en Francia y logró enormes avances en Alemania y Austria.
En el caso de Italia los sondeos a boca de urna -que presentan un amplio margen de error- indican que el partido posfascista Hermanos de Italia, de la primera ministra Giorgia Meloni, quedó a la cabeza con entre el 25% y el 31% de los votos.
El segundo lugar en votación en Italia sería para la formación de centroizquierda Partido Demócrata y del populista Movimiento 5 Estrellas, según los mismos sondeos.
“Gracias, Hermanos de Italia se confirma como el primer partido italiano, superando el resultado de las pasadas elecciones políticas”, cuando obtuvo un 26%, escribió Meloni en sus redes sociales junto a una fotografía con el signo de la victoria.
Tras el triunfo Meloni deberá escoger si ofrece sus votos a los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE) y a la presidenta de la Comisión Europea (CE) saliente, Ursula von der Leyen, o si decide apostar por un pacto con otros partidos de extrema derecha.
Según la prensa italiana, el voto en las europeas tiene además un doble valor para los Hermanos de Italia, pues les dará una mayor gobernabilidad interna, lo cual es crucial para las reformas que quieren aprobar.
El gran bloque de la Eurocámara
Pese al avance de la extrema derecha, los resultados provisionales divulgados por el Parlamento Europeo sugieren que la suma de la derecha más moderada, los socialdemócratas y los liberales centristas seguirá siendo mayoritaria, en un gran bloque de 389 plazas en el que se forjan los compromisos fundamentales en materia legislativa.
Sin embargo, aunque en estas elecciones el número de eurodiputados pasó de 705 a 720, los socialdemócratas perdieron cuatro escaños, los centristas liberales tienen 19 bancas menos y los Verdes dejaron escapar 18 plazas.
La familia política de la ultraderecha está dividida en dos bloques. De un lado, está el bloque de Conservadores y Reformistas (ECR) y del otro, el de Identidad y Democracia (ID), separados por su postura sobre la propia UE.
Luego de esta elección, los dos grupos, individualmente, tienen más legisladores que los Verdes: el ECR quedaría con 72, ID con 58 y los Verdes con 53, según las proyecciones del Parlamento Europeo.
Durante la campaña electoral, Von der Leyen había abierto la puerta a alianzas puntuales con el grupo de la extrema derecha que responde al liderazgo de Meloni, el ECR.
En España, los conservadores del Partido Popular (PP) ganaron las elecciones y consiguieron 22 escaños, contra 20 para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente del gobierno Pedro Sánchez, según el 99% de los votos escrutados. El partido de extrema derecha Vox llegó en tercer lugar con seis eurodiputados.
España ha encadenado en poco más de un año elecciones municipales, regionales, nacionales y ahora europeas, y cada una tiene sabor a revancha de la anterior.
“Es importante que con nuestro voto decidamos si queremos una Europa que avance o una Europa que retrocede. Y espero que sea lo primero, antes que lo segundo”, dijo Sánchez poco después de votar.
En el vecino Portugal, la oposición socialista se impuso por estrecho margen a la coalición gobernante de derecha moderada, al tiempo que la extrema derecha de Chega se quedó en 9,8%, en un lejano tercer lugar.
En Hungría, el partido Fidesz, del ultranacionalista primer ministro Viktor Orban se perfila para obtener su peor resultado en 14 años, pero aún así tuvo más del 43% de los votos.
Fidesz había llegado a estas elecciones con intenciones de voto de casi el 50% de los votos, dejando lejos al principal partido de la oposición, Tisza.
En la vecina Polonia, un votante, Andrzej Zemiejewski, médico de 51 años, aseguró, tras votar en Varsovia, que su preocupación más apremiante era el refuerzo “de la seguridad”, ante la proximidad de su país con el escenario de la guerra entre Rusia y Ucrania.
En Polonia, la coalición liberal lanzada por el primer ministro, Donald Tusk, se quedó con alrededor del 38% de los votos, relegando al segundo lugar al ultraconservador partido PiS, con un 33%.
Con información de AFP